El infierno que sufrió Robin Williams antes de morir
El 15 de mayo se pone a la venta la nueva biografía del actor “Robin” en la que se relata el calvario que vivió los últimos años antes de quitarse la vida. Billboard Music Awards 2019 en vivo y en directo online
El 11 de agosto de 2014, Robin Williams apareció muerto en su casa. Se había ahorcado con un cinturón. Una horrible decisión tomada a consecuencia de unos años muy convulsos para el actor, marcada por sus divorcios, su carrera en declive su mala salud y una fortuna que desaparecía.
Así lo recoge, la nueva biografía del actor, “Robin”, escrita por el periodista del New York Times, Dave Itzkoff, que saldrá a la venta el próximo 15 de mayo. En ella han participado amigos su familia y compañeros de profesión, como Billy Crystal, su primogénito Zak Williams o su tercera esposa, Susan Schneider. Todos ellos son las voces que intentan arrojar luz a un final inesperado para todos, irónicamente, como en las grandes películas que Williams protagonizaba.
La biografía revela que hubo muchos indicios que hacían sospechar que el actor no pasaba un buen momento. Billy Crystal por ejemplo, relata como en uno de sus últimos encuentros notó a su amigo “asustado”. Ya no era el hombre audaz y divertido que él conoció, su luz se había apagado sin saber por qué, o eso parecía.
Su familia
En el ámbito personal, tal y como recoge la biografía, no pasaba por el mejor de los momentos. Su familia se encontraba muy dividida por los dos divorcios que había vivido Williams, siendo el último de ellos, el que nunca superó. Pero lo que más derrumbó a Williams es la relación truncada con sus 3 hijos, Zelda, Zak y Cody. “Tenía la seguridad de que nos había defraudado. Nunca acabó de aceptarlo. Algo triste porque todos le queríamos y solo queríamos su felicidad”, recuerda su hijo Zak Williams en el libro.
Su carrera
La carrera del ganador de un óscar por su papel en “El indomable Will Hunting”, había perdido el esplendor donde la estrella cómica era elogiada por sus papeles y era muy querido y demandado por la industria del cine. Fueron un total de 35 años dedicados en cuerpo y alma a su profesión, y en ese momento con ya más de 60, no veía el camino que debía seguir, notaba que su carrera había fracasado. A ello se le sumaba, como el actor veía su fortuna lapidada por sus divorcios, y que si le añades el poco trabajo que le salía, la mezcla era explosiva. La crisis le provocó una falta de autoestima y confianza en sí mismo. Robin Williams dejó de verse como actor cómico llegando a confesar que ya no sabía ser gracioso, según recoge el libro.
Su salud
“Robin” recoge como en los últimos años su deterioro físico y mental afectó a su memoria y a su profesión. Tenía problemas al orinar, al dormir, en su aparato digestivos y sus músculos fallaban. Robin Williams padecía demencia con cuerpos de Lewy, un síndrome degenerativo y progresivo que guarda ciertas similitudes con el Alzheimer. El actor se encerró en sí mismo, no supo afrontar la situación, lo que le llevó a una vida descontrolada y difícil de lidiar tanto para el como para su familia.
Por lo que decidió encerrarse y apartarse de sus seres queridos. Su tercera esposa cuenta como el actor empezó a dormir en un cuarto diferente, aislándose de todo incluso de ella. Meses antes buscó refugio en un centro de desintoxicación en el que ya estuvo tratándose sus problemas de adicción en el pasado. De nada sirvió. Su cadáver fue hallado en su casa por unos amigos, mientras su mujer le esperaba para hacer meditación juntos.