Google homenajea a Sergei Eisenstein, el genio del cine, en su 120º aniversario
El buscador rinde tributo al director de cine y teatro soviético de origen judío famoso por su película ‘El acorazado Potemkin’
Hoy el buscador Google ha homenajeado con su doodle a Sergei Eisenstein, el director de cine y teatro soviético de origen judío, en el 120º aniversario de su nacimiento.
Nacido en Riga, entonces ciudad del Imperio Ruso, el 22 de enero de 1898, ha pasado a la historia como el padre del montaje, su película de 1925 ‘El acorazado Potemkin’ es considerada una obra maestra del cine.
Einsentein estudió ingeniería y tenía grandes conocimientos de arte. También hablaba inglés, francés y alemán y aunque su filmografía no llega a 20 películas, muchas inacabadas, su obra se estudia por su aportación en el rodaje, la escenografía, y el montaje en el cine europeo y americano.
El acorazado Potemkin
En 1918 se sumó a la revolución marxista alistándose en Ejército Rojo, donde ejerció como responsable de decorados y como director e intérprete de espectáculos para las tropas.
Dos años depués se instalaba en Moscú donde trabajó como director de escena del Teatro Obrero y comenzó a estudiar dirección teatral. Tras un sonado fracaso en el montaje de la obra Máscaras de gas volvió al cine, donde se convirtió en pionero del uso del montaje como medio para lograr sacar las emociones del público.
Sus investigaciones y trabajos sobre el montaje influirían después en los directores europeos y de Hollywood, que aún hoy continuan aplicando su teoría. En 1925, cuando solo contaba con una película en su trayectoria, recibió el encargo de rodar la conmemoración de la Revolución de 1905, obra cumbre de su carrera y una de las mejores de la historia del cine: El acorazado Potemkin .
Tras esta gran película realizó otras dos cintas: Octubre y La línea. Justo después llegaron los problemas con la censura soviética. En 1930 se trasladó a Europa y luego a Estados Unidos, donde firmó un contrato con la Paramount llegando a cobrar hasta 900 dólares a la semana, aunque no llegó a poner en marcha ningún proyecto
Estados Unidos le denegó el permiso de residencia y viajó a México donde comenzó la producción ¡Que viva México!, que no pudo acabar por falta de patrocinio.
Tras regresar a la Unión Soviética decidió dedicarse a la redacción de textos teóricos, y aunque seguía siendo perseguido y criticado, en 1938 rodó Alexander Nevski, su primera película sonora y con la que ganó el Premio Stalin.
El 11 de febrero de 1948 moría a los 50 años, victima una gran hemorragia causada por un infarto.