Las exigencias de la madre de Rabiot al PSG para renovar

En la última década, se ha puesto bastante de moda entre los jugadores profesionales que su representación corra a cargo de alguien de su familia, sea un tío/a, hermano/a, o sobre todo el padre.

En el caso de Adrien Rabiot, el centrocampista francés del Paris Saint Germain, su representación corre a cargo de su madre, Veronique Rabiot. Y las negociaciones para la renovación de su hija la están destapando como una curiosa negociadora.

Adrien Rabiot y su madre y representante

Veronique ya era conocida por su firmeza y dureza a la hora de negociar los contratos de su hijo. Pero sus intentos de acuerdo en la actualidad han llamado la atención tanto del PSG como de distintos periodistas, que han explicado sus exigencias.

Para empezar, y como es habitual en el mundo del fútbol, pide al club francés una mejora salarial de su hijo, escudándose en el músculo demostrado en el mercado de fichajes con una inversión de más de 400 millones de euros.

Pero eso es lo normal en este ámbito, y lo extraño llega en las condiciones que quiere incluir en ese contrato, que ligan directamente con la parcela deportiva e incluso con la labor de Unai Emery.

Apunta a Emery y a los dueños del club

Y es que para que Adrien Rabiot firme un nuevo contrato con el PSG, su madre Veronique exige primero que Emery no sitúe más a su hijo como mediocentro por delante de los centrales, sino como interior izquierdo o derecho con una mayor libertad para pasar al ataque.

Por si ya fuera poco "elegir" su posicionamiento en el campo, la madre y representante del jugador también se dirige a los dueños del club, el grupo qatarí Qatar Investment Authority, para pedirles que fichen a otro centrocampista defensivo del mismo corte que Thiago Motta, para cubrir la baja por lesión del brasileño nacionalizado italiano y que así no tenga que ocuparse su hijo.

Este tipo de exigencias, según diferentes medios franceses, no hacen sino indicar que la madre de Rabiot está jugando un órdago al club, buscando o que el PSG acepte a su hijo únicamente como centrocampista ofensivo, o que no entre por el aro y le busquen una salida, lo que le permitiría jugar más en otro club.