Sara Carbonero pone punto final a su viaje más especial
La periodista, y mujer de Iker Casillas, ha realizado una visita solidaria a Dakar, en Senegal, como embajadora de Unicef
Lo que empezó con "muchas ganas" y "nervios" hace días, ha acabado con una experiencia vital única y con Sara Carbonero reconociendo sentirse "afortunada". Y es que su viaje a Dakar (Senegal) con Unicef la ha hecho vivir otra realidad.
La periodista ha dejado durante unos días su casa en Oporto, junto a su marido Iker Casillas y sus dos hijos Martín y Lucas, para trasladarse a la capital del país africano como embajadora de la ONG de la ONU.
Sara Carbonero, en Dakar con Unicef
En todo ese tiempo, Sara Carbonero ha estado compartiendo fotos y textos de los lugares y las personas a las que conocía, centrándose siempre y como es lógico en la situación de la infancia y la maternidad en Senegal, eje principal de Unicef.
Así ha estado junto a "Amanatou y su hijo Detier, que nació prematuro y está siguiendo el método canguro", también ha conocido a "Abdou, Lamine, Falilou y la pequeña Awa, unos cuatrillizos prematuros supervivientes gracias al método canguro".
También ha mostrado su lado más maternal: "Este precioso bebé todavía no tiene ni una hora de vida. Tampoco tiene nombre, se lo pondrán justo una semana después de nacer en su ceremonia de bautismo. Mame Marie Hamme, su mamá, tumbada al lado en la camilla nos contaba que todo había salido muy bien y que estaba feliz por el nacimiento de su hija".
Una más en el comité de madres
En su viaje también ha incluido la finalidad didáctica y de llamamiento a ayudar: "Es alucinante que algo tan pequeño como lo que tengo en mi mano posea la capacidad de salvar una vida. Se trata de un alimento terapéutico listo para usar para niños con desnutrición aguda grave".
Y, como una más sentada para la reunión, "en un poblado de Nioro, un recóndito lugar de la zona rural senegalesa, hemos conocido de primera mano el trabajo de los comités de madres".
Agradece su trabajo a Unicef
Antes de despedirse, Sara Carbonero también ha tenido tiempo de agradecer su trabajo a todas las mujeres que trabajan con y para Unicef, a las que ha podido conocer personalmente.