Los supervivientes del Chapecoense recuerdan la tragedia
Alan Ruschel, Jakson Follmann y Hélio Neto han contado cómo vivieron el accidente aéreo que cambió sus vidas para siempre.
El 28 de noviembre del año pasado, el avión que transportaba al Chapecoense a Medellín (Colombia) para disputar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional se estrelló cuando estaba a punto de llegar a su destino dejando un balance de 71 fallecidos entre futbolistas, cuerpo técnico, directivos, periodistas y tripulación.
Únicamente sobrevivieron seis personas, tres de ellos jugadores del equipo brasileño: Alan Ruschel, el único que ha vuelto a poder jugar de nuevo, el central Hélio Neto y el portero Jakson Follman, que perdió una pierna a causa de las heridas.
Casi nueve meses después de la tragedia, los tres han hablado por primera vez del accidente aéreo que cambió sus vidas para siempre en una entrevista íntima con The Players' Tribune.
Sus escalofriantes relatos
Hélio Neto: "Soñé que el avión se estrellaba y que sobrevivía con mis amigos"
La noche anterior a embarcarse en el fatídico vuelo, Hélio Neto vivió en sueños lo que iba a ocurrir. Se lo contó a su mujer y cuando el pánico se apoderó del avión se encomendó a Dios para pedirle un milagro, "Él era el piloto".
Fue rescatado del lugar del siniestro por la policía después de que la Cruz Roja ya se hubiera marchado y de que dos agentes le encontraran tras hacer un pequeño gemido de dolor.
El central también ha recordado que al llegar al hospital estaba muy confundido y pensaba que había jugado el partido, pero después le dijeron que su pesadilla se había cumplido. Después ha destacado que ver a sus hijos fue el momento más emocionante y que el piloto no fue el único responsable del accidente.
Jakson Follmann: "Prefiero tener mi vida antes que mi pierna"
El portero de 25 años ha recordado que el vuelo estaba siendo tranquilo y distendido hasta que se apagó el motor y las luces. A partir de ese momento ha comentado que muchos pasajeros comenzaron a rezar en voz alta ya que lo único que podían hacer era "dejarlo en manos de Dios".
Su siguiente recuerdo es levantarse entre los árboles sin ser consciente de lo que había pasado, sin saber dónde estaba ni poder ver nada. "Lo más difícil fue escuchar a mis amigos pidiendo ayuda, y yo sin poder hacer nada", ha lamentado.
Follmann estuvo cuatro días en coma y después un psicólogo le explicó que había perdido una pierna. Su primera reacción fue decir "prefiero tener mi vida antes que mi pierna" aunque reconoce que su mundo "cambió de la noche a la mañana, no tenía ni idea cómo iba a ser el proceso de rehabilitación".
El portero ha destacado que su momento más feliz fue cuando dio los primeros pasos con su prótesis y que a día de hoy pasan mucho tiempo en el club y sigue siendo muy duro. "Lo más difícil de entender es que perdimos muchos amigos, muchos padres, hijos, maridos", ha comentado.
Alan Ruschel: "Para mí lo más importante es celebrar la vida"
Alan Ruschel, el único que ha vuelto a jugar al fútbol, dice no recordar nada del accidente más allá de los momentos previos y de lo felices que estaban todos por lo que estaban consiguiendo.
En un principio pensó que él, Neto y Follmann habían sido los únicos que habían resultado heridos y ahora para él lo más importante es "celebrar la vida".