Juego de Tronos 7x01: Rocadragón
Resumen del regreso de la serie de HBO en la penúltima temporada de la serie.OT 2017: Gala final
Y en plena ola de calor llega el invierno. La fecha estaba clara desde hacía meses y por fin llegó la séptima temporada de Juego de Tronos, que afronta su penúltima tanda de episodios dibujando el cada vez más cercano enfrentamiento entre sus personajes contra el Rey de la Noche y su temido ejército de caminantes -del que ya forman parte los gigantes-.
Tras una larga espera, el primer capítulo de la séptima temporada pedía a gritos un inicio contundente y eso es lo que los espectadores tuvieron. El desagradable Walder Frey reúne a los suyos en un escenario que ya es mítico: el salón en el que tuvieron lugar los hechos de la Boda Roja. Frey pide brindar con buen vino y recordar la muerte de los Stark.
"Dejad a un lobo solo y las ovejas no vivirán a salvo", comenta el anciano. El vino no era otra cosa que veneno y Frey la nueva transformación de Arya, que venga la muerte de su madre y hermano y ahora le toca el turno a uno de los grandes nombres de su lista: Cersey Lannister. Así se lo revela -entre risas- a Ed Sheeran y a Thomas Turgoose (This Is England), los cameos de este primer episodio.
Jon y Sansa, juntos pero no revueltos
En un episodio que presenta de nuevo a todos los personajes, la acción se sitúa también en las tierras del Rey del Norte, título que estrena Jon Snow en esta temporada. Pese a ser el líder absoluto, su hermana Sansa no duda en contradecirle delante del resto de casas norteñas. Mientras Jon busca la clemencia a aquellas familias que traicionaron a los Stark y apoyaron a los Bolton, Sansa se muestra en el lado contrario, pidiendo represalias ante la atenta mirada -y sonrisa- de Meñique.
Mientras Jon y Sansa discuten su forma de armarse y gestionar el Norte de cara a la llegada de los caminantes, Bran Stark sigue con su lento -y aburrido- camino hacia el reencuentro con lo que queda de su familia. Ahora ha llegado al Castillo Negro.
Un trono de hierro en declive
Continuando con la "acción" y ajena a que la lista de Arya se está tachando a velocidad de crucero, Cersei Lannister continúa encerrada entre las paredes de sus aposentos en Desembarco del Rey. Pese a que a su lado solo queda Jamie, la reina sigue obsesionada con construir una dinastía que dure mil años, algo complicado teniendo en cuenta que apenas quedan ellos dos y que los aliados escasean.
Cersei decide recibir a Euron Greyjoy, que llega hasta Desembarco luciendo sus imponentes barcos. Ante la posible alianza entre casas, el trato de Ojo de Cuervo se antoja complicado: unirse en matrimonio con Cersei.
Recogiendo excrementos
Entre planes de batalla, planes de defensa y posibles alianzas aparece Samwell con una acción bien distinta. El gran amigo de Jon Snow dedica su tiempo a recoger excrementos, pesar órganos humanos y dar de comer a los monjes de la Ciudadela de Antigua. Todo para intentar llegar hasta la zona oculta de la biblioteca, lugar en el que se encuentran los libros que necesita para combatir a los caminantes. En un descuido, Tarly logra hacerse con las llaves que abren el lugar y descubre que Rocadragón está repleta de vidriagón -quién lo diría-, el único material con el que acabar con los muertos andantes.
Dragones en Rocadragón
La abandonada sala en la que Stannis Baratheon le daba vueltas una y otra vez a su plan de recuperar el Trono es ahora ocupado por Daenerys, que llega a Rocadragón acompañada por su séquito encabezado por Tyrion. La madre de los dragones no sabe aún que se encuentra en la mayor mina de vidriagón. Lo que sí sabe es que ha llegado el momento de recuperar lo que considera suyo.