Una buceadora se sumerge en el hielo del Ártico
La finlandesa Johanna Nordblad ostenta el récord mundial de buceo bajo el hielo alcanzando los 50 metros. Ha compartido su historia y su secreto.
Os presentamos la historia de Johanna Nordblad, una diseñadora finlandesa que ha demostrado su increíble afán de superación de una manera asombrosa.
Johanna sufrió un tremendo accidente que casi le cuesta una pierna, sin embargo consiguió salvarla gracias a una terapia con el hielo. Aunque al principio le costó acostumbrarse a un frío tan extremo, con el tiempo consiguió acostumbrarse a la sensación y fascinarse por ello. Así, hoy en día ostenta el record mundial de buceo bajo el hielo, llegando a alcanzar una profundidad de 50 metros.
Ian Derry, un director y fotógrafo británico, conoció su historia a través de la hermana de Johanna, también fotógrafa, y se interesó en ella. Así, un día acompañó a la buceadora a una de sus excursiones bajo el hielo y al llegar allí se dio cuenta de que tenía que hacer un vídeo sobre ello.
Así lo cuenta en la página web donde lo ha publicado, donde también comenta que la temperatura era de -24 ºC y que el ambiente y el silencio permanecerán siempre en su memoria.
“Bucee bajo el hielo para sacar una perspectiva y era literalmente impresionante. Lo que hace está muy cerca del filo, pero ella lo hace de un modo tranquilo”, añade el director.
El relato de Johanna
Como puede escucharse en el vídeo, tras el accidente de Johanna los médicos pensaron que podía perder la pierna y tuvieron que dejarle la fractura abierta durante diez días para evitar la necrosis. Así comenzó su tratamiento con agua fría, para su desgracia en un primer momento…
Después la buceadora comenta los requisitos necesarios para permanecer ahí abajo bajo esas temperaturas. “No hay lugar para el miedo, para el pánico o para los errores. Bajo el hielo necesitas un control total del lugar, del tiempo y confiar en ti completamente”.
“Cuando puedas hacer todo eso, podrás encontrar un mundo diferente. Un lugar tan pacifico, tan bonito, interminable y desolado. Con una exhalación, soy parte de ello”, sentencia la buceadora.