Teresa de Calcuta: la 'madre' de los pobres ya es santa
El Papa Francisco ha canonizado a la fundadora de las Misioneras de la Caridad en Calcuta ante miles de feligreses
La Madre Teresa de Calcuta ha sido proclamada santa este domingo 4 de septiembre por el Papa Francisco, en una ceremonia ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro y que ocupaban también la Vía de la Conciliación y las calles adyacentes.
El Papa Francisco, vestido con el palio símbolo del pastor, ha comenzadó a las 10:25 horas la Procesión de Ingreso llegando al altar desde el sagrato. La misa en latín estuvo precedida por la coronilla de la Divina Misericordia, que se recita empleando el rosario, y por cantos interpretados por el coro oficial de la Capilla Sixtina.
Varias delegaciones oficiales participan en esta celebración solemne entre ellas destaca la delegación oficial española encabezada por la Reina Sofía que ha llegado a sus asientos situados en las primeras filas de la plaza de San Pedro a la izquierda del altar con un vestido blanco y sin mantilla.
El comentado look de la reina
La Reina Sofía se ha acogido a la dispensa papal que permite que las reinas católicas vistan de blanco, un privilegio que sólo unas pocas mujeres tienen el mundo. Sólo las reinas de esta religión pueden vestir de blanco ante el pontífice, mientras que los presidentes, ministros y demás personalidades que tengan encuentros con el máximo responsable de la Iglesia católica deben hacerlo de riguroso negro.
Según han informado fuentes de la Casa Real, la Reina que ha elegido un atuendo "sencillo", lleva una medalla que le regaló en vida la Madre Teresa con la insignia de las Misioneras de la Caridad. La delegación española la completan la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
El acto
El acto ha comenzado con el canto de la Letanía de los Santos y, a continuación, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, ha hecho tres peticiones al Pontífice para que inscriba a la beata Teresa de Calcuta en el libro de los Santos. Primero lo pide con "gran fuerza", una vez más con "mayor fuerza" y, por último, con "grandísima fuerza".
A continuación, el Santo Padre ha ejercido toda su autoridad como cabeza de la Iglesia universal a través de una oración y ha pronunciado la fórmula de canonización: "En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santa a Teresa de Calcuta". Después, se ha llevado hasta el altar la reliquia de la beata.