Alcaraz, hacia el infinito
El murciano, con arsenal para ganar en todas las superficies, se alza ante Djokovic, los llamados a suceder al Big Three y su generación.
Carlos Alcaraz ganó el domingo a Novak Djokovic en su jardín. En una pista Central de Wimbledon en la que no perdía desde hace diez años y en la que buscaba su octavo título en Londres y su 24º Grand Slam. Un chico de 20 años tiraba el último muro de contención del Big Three, del tridente Nadal-Djokovic-Federer que acumuló 65 títulos, desde que el suizo abriese la cuenta en Wimbledon 2003, de los 79 que se pusieron en juego hasta Roland Garros 2023. Desde que el año pasado el murciano ganase el US Open, el Abierto de Australia no lo pudo jugar por lesión, en Roland Garros cayó en semifinales acalambrado por la presión de enfrentarse al serbio y eso ya no le ocurrió en Wimbledon. Aprendió. Ya domina el cara a cara con Nole (2-1).
Ante el panel de rivales posibles y su maestría en todas las superficies, a Alcaraz se le abre una ruta hacia el infinito. “Sinceramente, no veo a ningún tenista del panorama actual, con la excepción de Djokovic, capaz de frenar el ascenso imparable de Carlos”, sentenciaba Toni Nadal en un artículo en El País. Nadal, tras un año en el dique seco, intentará ser competitivo en 2024. A la generación destinada a jubilarlos, Carlitos ya le tiene tomada la medida: Medvedev (2-1), Tsitsipas (5-0) y Ruud (3-0). De los de su quinta, sólo Sinner le aguanta el tipo (3-3), pero el italiano tiene su techo en Grand Slams en la semifinal de Wimbledon este año. El otro es Rune (2-1, con la única victoria para el danés por retirada del español).
En cuanto a las superficies, Alcaraz ha dominado los códigos de la hierba con sólo cuatro torneos disputados (dos títulos). En tierra, acumula siete trofeos, entre ellos dos del Masters 1.000 de Madrid y dos del ATP 500 de Barcelona. Y en pista dura suma los del US Open y los Masters 1.000 de Miami e Indian Wells. Es decir, tiene recursos para triunfar en cualquier escenario. Con 20 años ha levantado ya dos de los cuatro Grand Slam. Y sólo le falta aprobar la asignatura de la pista dura indoor.
Indoor
A cubierto, tiene el reto de llegar fresco al último tercio de la temporada. El año pasado, tras su victoria en Nueva York, jugó sin éxito en Astaná y Basilea y se tuvo que retirar por una lesión abdominal en París-Bercy. Y el broche final de esos torneos son las ATP Finals, el Masters que se le ha resistido a Nadal y donde Djokovic y Federer mandan en el palmarés con seis títulos. La temporada promete.