Schmiedlova y Wang frustran el derbi Masarova-Sorribes
Rebeka tenía controlado el primer set (4-2 y bolas para el 5-2) ante la eslovaca, lo perdió en un mal desempate y se desinfló después. Sara, mermada físicamente, vio cómo la china remontaba.
Así el tenis. Un día eliminas a la cabeza de serie número ocho, Maria Sakkari y dos después te apea la número 64 del mundo, Anna Karolina Schmiedlova. Eso le ocurrió este miércoles a Rebeka Masarova en el US Open. La española, que tuvo controlado el primer set, con una ventaja de 4-2 y cuatro bolas para el 5-2 al resto, acabó perdiéndolo en un mal desempate y se desinfló hasta ceder por 7-6 (0) y 6-2 en 95 minutos.
La eslovaca de 28 años, paisana del padre de Masarova, impuso su mayor experiencia (este es su 35º Grand Slam) y se enfrentará en tercera ronda el viernes a la china Xinyu Wang.
A Rebeka le traicionó la cabeza, cuando vio cómo se le escapaban las oportunidades de adelantarse. Enfadada, golpeó varias veces el suelo con la raqueta (recibió un aviso por ello) y tiró la toalla contra el casillero después de perder un par de puntos largos en los que quizá mereció mejor suerte. Su rival, pese a que iba vestida de un negro que daba calor verlo, actuó con más tranquilidad, espero su momento y falló mucho menos (18-39 en errores no forzados). Así, la segunda manga fue plácida para ella, porque Rebeka había perdido un poco la fe. Tiene 24 años y mucho margen de mejora. Con ese saque que tiene y puliendo otros aspectos del juego, entre ellos la mentalidad, puede alcanzar cotas más altas.
El físico deja sin opciones a Sorribes
Sara Sorribes es una jugadora que depende mucho de su estado físico. En el circuito tiene fama de ser una de las tenistas más resistentes. Y cuando esa característica no le acompaña, sufre. Eso le ocurrió ante la china Xinyu Wang (21 años y 53ª), que remontó para vencer por 5-7, 6-3 y 6-4 en 2h52 y jugará en tercera ronda contra Schmiedlova, que ganó a Masarova. Por lo tanto, no habrá derbi de la Armada.
El primer set, muy duro, dejó tocada a la castellonense de 26 años y 55º, que jugó con un vendaje en el tobillo derecho y llegó al torneo muy exigida. En el inicio de la segunda manga le fue mal (0-4) y aunque con su inquebrantable espíritu de lucha intentó volver al partido, no fue suficiente para evitar que su rival lo nivelara. También se vio obligada a intentar remontar un 0-2 en el tercer parcial y llegó hasta el 4-4, pero cuando sacaba para ponerse por delante, perdió su servicio octava vez y la derrota cayó por su propio peso. Su rival jugó sin freno de mano (49 golpes ganadores y 55 errores no forzados) y supo salir de las trampas que Sorribes tiende habitualmente a sus adversarias.
Pese a este revés, porque después de ser campeona en Cleveland el pasado sábado seguro que se veía con opciones de llegar más lejos en Nueva York, Sara será el lunes 11 de septiembre la primera española del ranking, sobre el puesto 50, por delante de Paula Badosa. Los siete partidos que tuvo que jugar en el WTA 250 del estado de Ohio, dos en la previa y cinco en el cuadro principal, le pasaron peaje físico, aunque le mereció la pena.