El US Open rompe con 57 años de tradición y se amplía a 15 días

El US Open 2025 será distinto a todos los anteriores. Por primera vez desde 1968, el torneo que cierra la temporada de Grand Slam no comenzará un lunes, sino un domingo, en un movimiento histórico que rompe una tradición de 57 años. Además, el torneo se extenderá a 15 días, siguiendo los pasos de Roland Garros y del Open de Australia.

La nueva edición, que se disputará entre el 24 de agosto y el 7 de septiembre, redistribuirá la primera ronda en tres jornadas, domingo, lunes y martes, en lugar de comprimirla en solo dos días. Este ajuste busca aliviar la carga física de los jugadores y reducir el riesgo de partidos que terminen bien entrada la madrugada, una de las quejas que más se ha repetido en las últimas ediciones.

La USTA (Asociación de Tenis de Estados Unidos) ha confirmado que este nuevo modelo permitirá vender más de 70.000 entradas adicionales en la jornada inaugural. Los aficionados podrán disfrutar de sesiones diurna y nocturna en los estadios Arthur Ashe y Louis Armstrong, además de partidos en el Grandstand y en pistas exteriores de acceso general.

En 2024, el US Open estableció un nuevo récord de asistencia con 957.387 espectadores, superando su propia marca por segundo año consecutivo. Las previsiones para 2025 apuntan a que, con el nuevo formato, podría superar por primera vez el millón de visitantes.

Un cambio que sigue la tendencia de expansión

Con esta decisión, el US Open se convierte en el tercer Grand Slam con calendario extendido. Roland Garros fue el pionero, ampliando a 15 días en 2006, mientras que el Abierto de Australia adoptó el formato en 2024. Wimbledon sigue siendo el único que mantiene las tradicionales dos semanas de competición, aunque cada vez está más presionado para cambiar.

Más allá de lo económico, la USTA insiste en que este cambio es una respuesta a las necesidades deportivas: “Queremos garantizar que los mejores jugadores del mundo puedan rendir al máximo, ofreciendo al mismo tiempo una experiencia de primer nivel a los aficionados”, señaló el organismo en su comunicado oficial.

Tradición y modernidad

El arranque en domingo supondrá una novedad absoluta en el US Open moderno. Desde la apertura a profesionales en 1968, el torneo siempre comenzó en lunes, incluso cuando el formato y las instalaciones eran muy diferentes a las actuales. La final masculina seguirá programada para el domingo y la femenina para el sábado, manteniendo la estructura habitual desde 1985.

Históricamente, Flushing Meadows ha sido un torneo bastante abierto a los cambios. Fue el primero en introducir el tiebreak en todos los sets (1970), el primero en disputarse sobre tres superficies distintas (hierba, tierra verde y pista dura), y ahora será el primero en Nueva York en alinearse con el calendario extendido de otros majors.

Impacto mediático y global

El estreno en domingo no solo tendrá impacto en lo económico o en las gradas como hemos comentado, sino también en las audiencias internacionales. La jornada inaugural coincidirá con horario matinal y vespertino en Europa, lo que podría aumentar notablemente la visibilidad y las audiencias del torneo. Además, la televisión estadounidense contará con un primer fin de semana de alta audiencia, antes incluso de que los grandes nombres entren en la segunda semana.

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Para los jugadores, el cambio implica menos presión en las primeras rondas y un calendario más cómodo para ellos. Para los aficionados, significa más días de tenis, más entradas disponibles y más opciones de disfrutar del ambiente único del último Grand Slam de la temporada.

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