El mundo es de Canadá: primer título en la Billie Jean King Cup

El mundo del tenis por equipos pertenece a Canadá, un país que hasta el año pasado no tenía un solo título internacional y que, al menos hasta el próximo día 26, cuando terminarán las Finales de la Copa Davis, será campeón simultáneo de esa competición y de la Billie Jean King Cup, su homóloga femenina. Esta última se la agenció este domingo en La Cartuja de Sevilla ante Italia (2-0), país con un historial mucho más brillante (cinco títulos) al que liquidó en apenas tres horas y media, la duración acumulada de las victorias de Marina Stakusic (7-5 y 6-3 en 1h48) ante Martina Trevisan, y la definitiva, de Leylah Fernandez (6-2 y 6-3 en 1h41) frente a Jasmine Paolini.

La de Fernandez, su quinta esta semana, en cinco partidos. Una actuación poderosamente impecable, que sorprende menos que la de su compañera Stakusic, pues no deja de ser una finalista de US Open con tres títulos en su palmarés (entre ellos el de Hong Kong este año), pero que la confirma como una auténtica depredadora en este evento, en el que ha ganado 15 de los 18 partidos que ha disputado, repartidos en diez eliminatorias, a sus precoces 21 años. En ella y Stakusic, la sorpresa de las Finales, está el núcleo duro para años venideros de una selección que también tiene asideros en la veteranía de Bouchard y Dabrowski (en este caso también en su buen hacer en el dobles, no en vano ganó este año el US Open). Rebecca Marino, quinta en discordia, también veterana ya, se quedó en blanco.

Y es que realmente no hizo falta, porque entre Fernandez, Stakusic y Dabrowski no dejaron ni las sobras. La quinta victoria de Leylah, que en individuales solo ha dejado escapar un set y fue capaz de salir viva de la batalla física y mental que le planteó la española Sorribes el miércoles, en un encuentro a más de tres horas, fue un ejercicio de resiliencia y poderío. Cimentado en las seis bolas de break que salvó, de un total de once concedidas en un mal día al servicio (49% de primeros y cuatro dobles faltas), y en los 24 golpes ganadores, muchos en momentos clave, que le colocó a Paolini.

A remolque desde el primer juego del partido, sin margen de error tras la derrota de su compañera Trevisan, Jasmine no encontró nunca el feeling que exhibió toda la semana con las pistas de La Cartuja, y acabó desquiciada en un día en el que su generación podía coger el testigo de aquel fantástico equipo que formaron en su día las Schiavone, Vinci, Pennetta, Errani... Al final la gloria fue para Canadá, una potencia del hockey hielo que, decía Bouchard antes de comenzar el torneo, ha convertido el tenis en su segundo deporte nacional. Motivos les han dado a sus paisanos. Tanto ellos como ellas.

Stakusic, la revelación

Da igual cómo transcurra a partir de ahora la carrera de Marina Stakusic. Siempre recordará, y siempre se la recordará, por esta semana de noviembre en la que la canadiense se presentó al mundo, con La Cartuja de Sevilla como escenario. La revelación de las Finales de la Billie Jean King Cup escribió este domingo otro capítulo en la historia de su irrupción en el tenis de élite, enseñando a su país el camino a seguir en la eliminatoria por el título.

Una buena idea del escaso recorrido de la carrera profesional de Stakusic lo da su perfil en la web de la WTA. Ni siquiera tiene foto. Quizá porque las apariciones en el circuito de esta jovencísima (18 años) jugadora se limitan a cuatro torneos, todos en Canadá, con los octavos de Granby, un 250, el año pasado (en este le ha lastrado una lesión, todo hay que decirlo), como techo. En eventos ITF, eso sí, el balance es sensacional. Tiene un 85% de victorias y tres títulos este año, uno de ellos en Valladolid.

Actuaciones que le han llevado hasta el puesto 258 del ranking, a una altura que no termina de reflejar su potencial. El que exhibió ya el miércoles en la eliminatoria ante España, desmontando a una Rebeka Masarova con mucho más bagaje, que le saca 193 puestos en la lista mundial. Ya el viernes se encargó de la polaca Frech, de la que le separa una brecha aún mayor, en el triunfo que clasificaba a Canadá para semifinales, y el sábado sufrió su primera derrota en esta competición ante toda una campeona de Roland Garros, décima del mundo, como la checa Krejcikova.

A Trevisan, 43ª en el ranking, 30 años, le endosó de salida un 3-0, ayudada por los 21 errores no forzados que cometió la italiana solo en el primer set. Reaccionó y llegó a estar con 5-4 y saque, solo para ver como Stakusic le devolvía el doble break y se agenciaba el set. Volvió a perder la norteamericana el servicio nada más empezar el segundo, y volvió a responder por partida doble. Ya solo le concedería dos juegos más a una Trevisan a ratos desesperada, superada por su rival y por la situación, autora de fallos incomprensibles que dejan a la selección transalpina al borde de un precipicio por el que se terminó precipitando.

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