Zverev gana la ‘final’ de la denuncia por presunta agresión

Alexander Zverev acudió a Roland Garros sabiendo que el 31 de mayo se celebraría en Alemania la vista por la acusación que pesaba contra su persona por un caso de presunta violencia doméstica. “Creo en el sistema de mi país. También la verdad. Tengo la certeza de lo que hice y de lo que no hice. Eso es lo que prevalecerá y tengo que confiar en ello. El resto no está en mis manos, aunque creo que no voy a perder este proceso. No hay ninguna opción de que eso pase. Por eso puedo jugar con calma, y mis resultados lo demuestran. Si eso estuviera en mi cabeza, no jugaría como lo hago”, dijo Sascha en el día de medios, antes de empezar el torneo.

Y no se equivocaba, porque el pasado jueves, un tribunal berlinés decretó el archivo del caso, que quedó cerrado con una multa de 200.000 euros, que anulaba la anterior cuantía de 450.000, dictaminada sin juicio previo, que le había sido impuesta por una presunta agresión a su expareja, Brenda Patea.

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El acuerdo no constituye una admisión, aunque tampoco exonera de culpa a Zverev. Todas las partes implicadas, fiscalía, defensa y acusación, aceptaron el trato, porque, según el tribunal, querían poner fin al conflicto de manera pacífica. El hamburgués lo celebra y lanza un aviso lapidario: “Estoy feliz de que esto se haya acabado. No hay más que decir. Han sido cuatro años. Abandonar el caso significa inocencia. No los cerrarían si fuera culpable. No quiero volver a escuchar nunca más una pregunta sobre el tema. Eso va para todos”.

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