Paolini y Andreeva, discípula de Conchita, derriban a dos jefas

Seis jugadoras del Top-10 se clasificaron para cuartos de final de Roland Garros y solo dos jugarán las semifinales del torneo francés, la que triunfaron en la jornada del martes: Iga Swiatek (1) y Coco Gauff (3), que juegan el jueves a las 15:00 (Eurosport). Todo apuntaba a que este miércoles lo conseguirían Elena Rybakina (4) y Aryna Sabalenka (2), pero dos outsiders, Jasmine Paolini y Mirra Andreeva, derribaron a dos de las jefas del circuito y se enfrentarán el jueves (sobre las 17:00) por un puesto en la final. La italiana de 28 años y 15ª del mundo venció a la kazaja por 6-2, 4-6 y 6-4 en 2h03. Y la rusa de 17 y 38ª, a la bielorrusa por 6-7 (5), 6-4 y 6-4 en 2h29.

“Es un sentimiento increíble. Tuve un momento difícil al perder el segundo set (ganaba 4-3 y 40-15). Pero me dije, ‘es una gran campeona y esto puede pasar, trata de seguir ahí y de pegarle a cada bola’. Y funcionó porque gané”, celebró Paolini, una tenista con raíces polacas y ghanesas por parte de madre, que puede hablar a veces con Swiatek en su mismo idioma. “Es la primera vez que juego en esta pista (la Chatrier) y es una de las mejores del tenis, seguro”, añadió. Acababa de emular a tres compatriotas suyas al llegar a la penúltima ronda en París: Francesca Schiavone, campeona en 2010 y finalista en 2011; Sara Errani, subcampeona en 2012, y Martina Trevisan, semifinalista en 2022. Otra gran noticia para su país, después de la irrupción de Jannik Sinner como número uno.

A Jasmine la entrena en Forte dei Marmi el exjugador Renzo Furlan, líder transalpino en su época. Es una luchadora made in Italia, con buen golpeo y ningún defecto grande, que ha sabido esperar su momento después de ganarse el jornal durante años en todo tipo de torneos. Jamás había llegado tan lejos y ahora, por fin se lo ha creído.

Horas después, Andreeva desató el potencial que había demostrado hace unas semanas en el Madrid Open, donde fue cuartofinalista, en Wimbledon 2023, cuando llegó a octavos, y pudo con una Sabalenka que compitió mermada por un malestar corporal que le puso de muy mal humor durante todo el partido, provocándole incluso nauseas. Aun así, Aryna peleó, pero no logró evitar que la discípula de la española Conchita Martínez le pasara con un globo para cerrar el mayor triunfo de su corta carrera.

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Naturalidad

“No tenía muy claro como iba el marcador, porque traté de no concentrarme en eso. En el segundo punto de partido, intenté imaginarme que tenía que salvar un punto de break y jugué con valentía; me las arreglé para ganar”, dijo esta joven que, de paso, vengó a su hermana Erika (18 años), que había caído ante la doble campeona del Open de Australia en la primera ronda.

“Mi entrenadora y yo teníamos un plan, pero no me acordé de él durante el partido, así que intenté jugar como sentí”, afirmó, entre risas. Mats Wilander, tan buen entrevistador como tenista, le dijo, “entonces ya no la necesitarás”. “La sigo necesitando, ella me ha dado mucho apoyo, pero a veces no me puedo acordar parte de la información. Tenerla a mi lado es una aventura asombrosa para mí y estoy muy feliz de que siga trabajando conmigo”, contestó Andreeva, que es la semifinalista más joven de un Grand Slam desde la suiza Martina Hingis en el US Open 1997. Educada tenísticamente en Sochi y el Elite Tennis Center de Cannes, donde estuvo su paisano Daniil Medvedev, desde finales de abril confía en Conchita.

Casualmente, Paolini y Andreeva se enfrentaron hace poco, en la capital de España, y ganó la de Krasnodar, que tiene un estilo parecido al de Gauff, algo menos potente. “Me enfrenté a ella en Madrid, fue duro, porque ella juega y se mueve muy rápido, va a por los puntos. Va a ser un poco como hoy y tendré que jugar igual”. Una de ellas hará historia.

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