Bautista cede ante Paul, la bestia negra de la Armada
El castellonense no pudo con el americano (25 años y 35º), que encadena 11 victorias contra tenistas españoles desde mayo de 2022.
Ya no quedan españoles en los cuadros individuales del Open de Australia. Roberto Bautista, que era el último que quedaba, cayó este lunes por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-5 en octavos anta Tommy Paul, la bestia negra en los últimos tiempos de la Armada, que no se quedaba sin representantes antes de cuarto en el torneo desde 2006.
El estadounidense de 25 años y 35º del mundo encadena desde el pasado Masters 1.000 de Roma, en mayo de 2022, 11 victorias contra tenistas españoles (su balance global ante ellos es 16-6): Ramos, Verdasco, Alcaraz, Zapata, Landaluce, Álvarez Varona, Bautista, Nadal, Carreño, Davidovich y, de nuevo, Bautista han sucumbido ante este jugador que se mete por primera vez en los cuartos de final de un Grand Slam. Se enfrentará el miércoles a su compatriota Ben Shelton, otro ídolo universitario, que fue campeón de la NCAA en 2022, vencedor en el duelo USA de octavos contra el peculiar JJ Wolf (6-7 (5), 6-2, 6-7 (4), 7-6 (4) y 6-2 en 3h47). También competirá por un puesto en semifinales Sebastián Korda, contra el ruso Karen Khachanov. Es la primera vez desde el US Open 2005 (Andre Agassi, James Blake y Robby Ginepri) que tres tenistas de Estados Unidos llegan a la antepenúltima ronda de un Grand Slam. En Australia, la última fue en 2000 (Agassi, Pete Sampras y Chris Woodruff).
Paul, nacido en Nueva Jersey, pero formado en las pistas de tierra batida de Carolina del Norte, rivalizó en consistencia con Bautista, uno de los tenistas más estables del circuito dentro de la pista. El castellonense, de 34 años y 24º favorito del torneo, inició el partido con el pie izquierdo, cuando la juez de silla le penalizó por no sacar a tiempo en el primer juego, lo que enfadó y descentró bastante a Roberto. Con un break de entrada en contra, no pudo remontar y perdió el primer set. Pero Bautista nunca escatima a la hora de luchar, e hizo todo lo posible para entrar de nuevo en el partido. Lo consiguió en una buena segunda manga y continuó haciendo las cosas bien en las siguientes.
Calma y calidad
Siempre cerca al resto, al español le faltó poco para lograr algún quiebre que le hubiera puesto en buena situación para intentar remontar. Sin embargo, a Paul, un tipo tranquilo, de apariencia desenfadada y con mucha calidad en su raqueta, también con mejor saque y más golpes definitivos que Bautista (58 winners, 11 de ellos de saque directo), no le tembló el pulso para cerrar la victoria más importante de su carrera, porque le coloca a dos pasos de la final de un major, de emular a su ídolo, Andy Roddick. Que nadie le pierda de vista.