Medvedev remonta para ganar ante Sinner su 16º título

Daniil Medvedev hizo una temporada discreta en 2022, quizá porque la comenzó con una derrota dolorosa en la final del Open de Australia ente Rafa Nadal, que le remontó dos sets al ruso. Y no le fue demasiado bien en su regreso a Melbourne este año (cayó en tercera ronda ante Sebastian Korda). Esta semana, en el ATP 500 de Róterdam, ha recuperado las buenas sensaciones que le convirtieron en número uno del mundo, culminado este domingo con una victoria en la final contra Jannik Sinner, tras una remontada, como la que le endoso Rafa, aunque en un partido al mejor de tres sets: 5-7, 6-2 y 6-2 en 2h:29. Y eso que empezó sufriendo mucho para ganar a Alejandro Davidovich en la primera ronda.

Es el 16º título en la carrera del moscovita de 27 años (primero desde Viena en 2022), que le tiene tomada la medida a Sinner, a quien ha ganado en los cinco duelos que han protagonizado. En esta ocasión, con mucho mérito, no solo por levantarse tras perder el primer parcial, sino también porque el italiano de 21 años y 14º del mundo acababa de ser campeón la semana pasada en Montpellier. A pesar de la derrota, estuvo simpático en la entrega de trofeos, cuando se coló sin querer para hablar antes de que le dieran el de campeón a Medvedev. “Seguro que vas a ganar muchos más este año”, le deseó.

A Daniil, que vuelve al top-10 (es 9º, se le ve feliz. Incluso celebró una victoria que necesitaba. Quizá tenga que ver con que ha sido padre hace poco. “Mi mujer me dijo que ayer, mi hija sonrió y se soltó unas risas cuando me vio dar el discurso en la pista. Espero que hoy haya hecho lo mismo”, contó, antes de reconocer su alivio por hacerlo bien en un torneo en que había estado “terrible” los dos últimos cursos (perdió en primera ronda).

Movimientos increíbles

Ante Sinner, Medvedev, que parecía resfriado, algo que le ocurre a menudo en los torneos, exhibió una vez más su capacidad para moverse muy rápido pese a medir casi dos metros (1,98). Hizo defensas tremendas y fallo muy poco (17 errores no forzados). Según fue entrando en calor, se hizo más complicado para Sinner desbordarlo. Pese a colocar 31 golpes ganadores, realmente no pudo superarlo, salvo en el primer set.