Ruud, sorprendido en Auckland, y Párrizas se despide de Hobart.
El noruego, número 3 del mundo, se vio sorprendido por el serbio Laslo Djere en Auckland. En Hobart Párrizas no pudo con la kazaja Putintseva.
Casper Ruud llegará al Open de Australia en un mar de dudas tras el tropiezo que ha sufrido este miércoles en su debut en el torneo de Auckland. Ruud, número 3 del mundo y que será segund cabeza de serie en el Open de Australia, cayó a las primeras de cambio ante el serbio Laslo Djere por 3-6, 6-3 y 7-6 (3) después de dos horas y nueve minutos de partido.
El partido se le puso de cara a Ruud en el primer set después de romper el saque de Djere en el cuarto juego, lo que le permitió cerrar la manga por 3-6. Sin embargo, en el segundo set fue Djere quien rompió el saque de Ruud en el cuarto juego para no ceder su saque y ganar la manga por 6-3 para forzar el tercer y definitivo set.
En esta tercera manga, tanto Ruud como Djere lograron mantener sus saques y, de esta forma, el partido se decidió en un tie-break donde Djere rompió dos minibreaks consecutivos a Ruud para cerrar el encuentro con la tercera bola de partido que tuvo por 7-6 (7-3 en el desempate) y sellar su pase a cuartos de final. Una derrota que aumenta aún más las dudas de Ruud antes de debutar en el Open de Australia como segundo cabeza de serie.
Párrizas no puede con Putintseva en Hobart
Mientras tanto, en el torneo de Hobart, se acabó la aventura de Nuria Párrizas en su último test antes del Open de Australia. La granadina cayó en octavos de final ante una rival de mayor ranking como la kazaja Yulia Putintseva por 6-2 y 6-3 en una hora y 21 minutos.
El encuentro se le puso muy cuesta arriba a Párrizas desde el inicio, ya que Putintseva le rompió el saque en el primer juego y sumó dos roturas más en el quinto, esta con contrabreak de la española, y en el séptimo para cerrar la primera manga por 6-2.
En el segundo set fue Párrizas quien tomó ventaja tras romper el saque de Putintseva en su primer servicio en esta manga. Sin embargo la kazaja logró un rápido contrabreak en el siguiente juego antes de sumar otras dos roturas más, la última de ellas en el juego decisivo, para llevarse el set y el partido por 6-3.