Djokovic es tenista “por una especie de accidente”
“Nadie había cogido una raqueta antes que yo en mi casa. El tenis no era su deporte”, dice el serbio, que leige como principal factor de su éxito, “la dedicación”.
Novak Djokovic es uno de los mejores tenistas de la historia y lo es por iniciativa propia. Al contrario que otros muchos jugadores, que llegaron a este deporte por influencia familiar, el serbio lo hizo de manera accidental. Lo contó en Marbella al contestar a la pregunta sobre cuáles son las claves de su grandeza. “Si tuviera que elegir un factor por el que he tenido tanto éxito es la dedicación, al margen de la pasión y el amor por el tenis. El deporte profesional es exigente de diferentes maneras. Hay que vivir todo el día para él si quieres conseguir lo máximo y seguir ahí”, arrancó el serbio.
“A veces me recuerdo a mí mismo por qué empecé a jugar al tenis cuando era un niño. Nadie había cogido una raqueta antes que yo en mi casa. El tenis no era su deporte (su padre fue esquiador profesional). Así que me enamoré de él por una especie de accidente. Construyeron tres pistas de tenis enfrente del restaurante que dirigía mi familia, a 15 metros. Yo tenía cuatro o cinco años y me entró curiosidad, me interesó, las miraba e incluso ayudé a los obreros. Luego pregunté a mis padres por ese deporte, lo empecé a ver por televisión y les pedí que me compraran una raqueta. Así empezó todo”.
Djokovic afirma que se obliga “a mantener la pasión y el amor por el juego”. “Porque también me gusta jugar con mi mujer, con mi hijo, con mi hermano (Marko), porque me gusta el tenis, da igual que se trate de un entrenamiento, un partido o un peloteo. Después hay que intentar dar lo máximo, todo lo requerido para ser el mejor del mundo”.