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TENIS | ATP FINALS

Turín decide el trono

Con el abandono de Alcaraz, la temprana derrota de Nadal y el avance de Tsitsipas en París, los tres podrían luchar por el uno del ranking en las Finals.

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Turín decide el trono

Cuando Carlos Alcaraz se acercó al juez de silla para comunicar su retirada en París, empezó una cuenta atrás. Muy corta. Del 13 al 20 de noviembre, las mejores raquetas de la temporada se dan cita en Turín, en unas ATP Finals que, en rueda de prensa, hasta el propio jugador español puso en duda. “Ahora no lo puedo decir (si jugará), tengo que pasar algunas pruebas, pero estoy concentrado en tratar de mejorar y estar al 100%”, explicaba. Por delante, poco más de una semana. También, la posibilidad (o no) de defender el número uno del ranking en primera persona. Pase lo que pase en Francia, Charly seguirá en el trono una vez finalizado el último Masters 1.000 del curso; en Italia, sin embargo, podría perderlo. La Copa de Maestros también decidirá el jugador que termine el año en la cima mundial del tenis.

De no producirse bajas por el camino (la de Alcaraz, principalmente), será una carrera de tres, más o menos ajustada dependiendo de hasta dónde llegue Stefanos Tsitsipas en París. El griego, tras superar a Tommy Paul y acceder a semifinales, ya es tercero de forma virtual, posición que iguala su mejor ranking de siempre. Si saliera campeón de Francia, el heleno, además, superaría a Rafa Nadal, el tercer jugador que oposita a terminar el año sentado en el trono. Actualmente, la distribución de puntos y la distancia entre el trío que encabeza la clasificación es la siguiente:

PuestoJugadorPuntosDistancia (anterior)
Carlos Alcaraz (Esp)6.820-
Rafa Nadal (Esp)5.8201.000
Stefanos Tsitsipas (Gre)5.350470

Tsitsipas, aunque de forma remota, ya está en la pugna. En Turín, donde ninguno de los interesados defiende nada, el campeón invicto conseguiría un botín de 1.500 puntos; virtualmente, la distancia entre el griego y Alcaraz es de 1.470. Si Stefanos alcanzara la final en Francia, se reduciría a 1.230 (tendría 5.590); de ganarla, a 830 (tendría 5.990). Cálculos que, en el caso de Nadal, se simplifican. El balear, tras caer ante Paul en su debut, tiene 5.820 créditos, situándose a 1.000 de Carlitos. De momento, sería el segundo cabeza de serie en Italia, liderando el grupo opuesto al de Alcaraz, pero Tsitsipas, de superarle en el ranking, le podría robar dicho honor. Una cuestión importante a la hora de analizar el posible avance hacia el número uno (define qué duelos directos se producirían en la primera fase o en las posteriores), que partirá de dos grupos en los que se pueden conseguir hasta 600 puntos (200 por victoria). En semifinales, de ganar, se suman otros 400; el campeón, finalmente, adquiere 500 más.

Victoria en fase de grupos200 puntos (x3 partidos)
Victoria en semifinales400 puntos
Victoria en la final500 puntos
Campeón invicto1.500 puntos

De confirmar su presencia, Alcaraz iniciaría su defensa con un colchón importante; de ausentarse, vería como Nadal y Tsitsipas, como cabezas de serie, irían recortándole terreno, pudiéndole quitar el uno o no. “No puedo estirarme, no podía sacar bien ni golpear bien de derechas. Cuando giro el cuerpo, lo siento en muchos movimientos. Y para jugar así, con algunos problemas y cosas en la cabeza, era mejor retirarse”, explicaba el prodigio de El Palmar, que, de recuperarse, podría asegurar la corona con una fase de grupos impoluta (sólo quedarían 900 puntos por delante, con el peor escenario para él de un Tsitsipas a 830). “Para mí, es difícil imaginarme llegando en forma a las Finales, en suficiente buena forma como para ganar un torneo como este y que nunca he ganado en mi carrera. Juegas contra los mejores del mundo desde el primer día”, analizaba, por su parte, un Nadal que, a día de hoy (sin las hipótesis de Tsitsipas), necesitaría ganar en Italia (y que Alcaraz no sume más de 500 puntos) para cerrar el año como uno. También se podría dar un empate entre ambos. Para ello, el balear debería perder la final con una fase de grupos impoluta y Alcaraz, no sumar nada. En dicho caso, el trono también sería para Rafa, pues tendría más créditos en los torneos obligatorios de la ATP (los cuatro Grand Slams, los Masters 1.000 menos Montecarlo y las propias Finals), aquellos que, en situaciones de igualdad, el circuito utiliza para decantar la balanza.