Djokovic no necesita excepciones
El serbio, tras ganar Wimbledon, tenía garantizada su presencia en las ATP Finals si terminaba entre los 20 mejores del año. Finalmente, accede a ellas como top-8.
“Novak está clasificado desde Wimbledon, pero eso me parece un poco extraño. No sé si esa regla ya estaba antes o no, pero me parece injusta, también para Nick Kyrgios. Perdió en la final y no logró nada. Supe que no lograría esos puntos de Wimbledon, pero pensé que todavía tenía una oportunidad decente para jugar las Finals”, decía esta semana Cameron Norrie, 13º tanto en el ranking como en la carrera hacia la Copa de Maestros (del 13 al 20 de noviembre). El británico, que no estará en Turín, expresaba así su malestar con la norma que, hasta el momento, había certificado la presencia de Djokovic en Italia. El serbio, en cuanto a puntos, no figuraba entre los ocho mejores tenistas de la temporada, pero el hecho de haber ganado un Grand Slam le aseguraba las Finals en caso de mantenerse dentro del top-20.
Una excepción que, a día de hoy, ya no sería necesaria. Tras acceder a las semifinales del Masters 1.000 de París, Nole ya es octavo en la race. Con 3.080 puntos, se sitúa por delante de Taylor Fritz (2.955) y Hubert Hurkacz (2.905), sin margen para remontar en caso de que la carrera siguiera abierta. De conseguir su séptima corona en el torneo francés, además, Djokovic llegaría hasta con mejor posición a Italia, adelantando a Andrey Rublev (7º con 3.530 puntos). Sin letra pequeña, sin atajos ni rutas alternativas. El campeón de 21 Grand Slams aterrizará en Turín siguiendo las formas tradicionales, como uno de los máximos favoritos y, al mismo tiempo, silenciando unas críticas, similares a la de Norrie, que iban en aumento.
Entre los mejores sin 10.000 puntos
Nole estará en Turín como uno de los ocho mejores tenistas del mundo. Lo hará, además, sin haber disputado unos 10.000 puntos a lo largo de la temporada debido a su negativa a vacunarse. El serbio no estuvo presente en el Open de Australia (2.000) ni en el US Open (2.000), en cuanto a Grand Slams (teniendo en cuenta, además, que Wimbledon no puntuó), y tampoco en cuatro de los Masters 1.000 del año (Indian Wells, Miami, Canadá y Cincinnati). Cuando ha jugado, se ha mostrado intratable. Tras toda la polémica en Australia y el correspondiente parón, le costó arrancar; luego, no dejó de sumar. Semifinales en Madrid (360 puntos), campeón en Roma (1.000), cuartos en Roland Garros (360), Tel Aviv (250), Astaná (250)... y, ahora, París, donde, antes de las Finals, puede redondear su temporada más extraña hasta ahora en el circuito. Una en la que, pese a todo, ha seguido en lo más alto.