Alcaraz gana por fin el primer partido de las Finals

Carlos Alcaraz no deja de madurar. Este domingo superó por fin con una victoria su primer día en las ATP Finals. Pudo con el ambiente especial de este torneo: bajo techo, con ese claroscuro con tintes azulados que rodea la pista, con los focos que le apuntaban a él y a su equipo, con la música tecno un tanto estresante que invade los prolegómenos de los partidos… En 2023 debutó con una derrota ante Alexander Zverev y no pudo pasar de las semifinales, y el año pasado sucumbió ante Casper Ruud y no alcanzó siquiera los cruces. En la edición de 2025, la historia puede cambiar. Para empezar, echa a andar con una victoria en dos sets (7-6 (5) y 6-2 en 1h40) contra Alex de Miñaur.

Ahora está a dos de acabar el curso como número uno, por segunda vez en su carrera, como hace tres temporadas, cuando recibió en Turín el trofeo que lo acreditaba, pese a que en aquella ocasión no pudo competir por lesión. También le serviría llegar a la final, en el hipotético e inusual caso de que superara la fase de grupos con un solo triunfo. Todo esto, para no depender de lo que haga Jannik Sinner, que necesita repetir título para retener el liderato del ranking. “Todos saben que no compito solo por el trofeo de campeón, sino por el número uno. Estuve muy concentrado en mi juego ante un rival duro como es Alex. Estoy muy feliz de conseguir mi primera victoria y emocionado para lo siguiente”, dijo el murciano de 22 años. El martes se enfrentará al ganador del encuentro entre Taylor Fritz y Lorenzo Musetti, que tendría que haberse jugado en la jornada inaugural, pero se disputará mañana (14:00, Movistar+) debido al quilombo armado por el calendario ATP y la incertidumbre sobre la participación de Novak Djokovic, que se borró el sábado después de triunfar en Atenas.

No era fácil para Alcaraz pasar con nota el primer escollo en la Copa de Maestros. Se percibió por los nervios con los que afrontó el compromiso y que le impidieron tener buenas sensaciones, sobre todo de bola, en el primer set. No le faltó ni ritmo, ni movilidad, ni potencia (21 golpes ganadores); le faltó mano. Por eso cometió 19 errores no forzados y se complicó la vida cuando parecía tener el partido encarrilado después de sumar el primer break. Por suerte para él, estuvo acertado en el desenlace de un desempate que se le puso dos veces cuesta arriba. “Estoy feliz de lo que hice desde el 3-5 en el tie-break. Los nervios se fueron, pude disfrutar mucho, cada vez más y con mi estilo”, reflexionó al final del duelo.

Autopista hacia el triunfo

A partir de ahí, De Miñaur, que le había restado mucho y bien (“Da igual que le saques 200 o a 225”, admitió Carlos), y había manejado con maña el revés, se vino abajo, a la par que el tenis del prodigio de El Palmar crecía en calidad y precisión (solo nueve fallos en el segundo parcial) de manera exponencial. El australiano de 26 años y número 7 es líder del año en victorias sobre pista dura (42), pero pincha ante los top-10 (1-9 en 2025). Intentó reaccionar tras perder el saque de salida con un contrabreak, pero luego lo cedió otras dos veces. También pudo pesarle su mal balance (0-5 ahora) contra un Alcaraz a quien le funcionó muy bien el revés paralelo y que aseguró el resto de sus servicios para certificar un triunfo que puede darle mucha confianza. De hecho, se la dio inmediatamente. “Me ha costado los tres anteriores años llegar al final con energía, con motivaciones. Este es un poco diferente, porque estoy orgulloso de cómo he estado haciendo las cosas para acabar motivado y estoy emocionado por lo que viene y por jugar un gran tenis y darme la oportunidad de ganar este torneo”, explicó en Tennis TV. Ojalá.

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