Cemento, hierba o tierra batida: ¿Qué superficie es más rápida y qué diferencias hay entre ellas?
Cada una de las superficies en las que se puede jugar al tenis tiene características propias. Consulta aquí cuáles son las particularidades de cada una.
Habitualmente cada deporte tiene asociada una superficie o un tipo de suelo en el que se práctica. Como ejemplo tenemos al baloncesto con el parqué o al fútbol con el césped, sin embargo, el tenis es de las pocas prácticas deportivas en las que es posible realizar la actividad en distintos tipos de suelo. La diferencia en los terrenos es clave y hace que no se juegue igual en uno que en otro.
El tenis tiene tres superficies diferenciadas: Cemento o pista dura, hierba y tierra batida. Estos son los tipos de suelo elegidos para disputar los diferentes partidos de los circuitos profesionales masculinos y femeninos (ATP y WTA). En función de la superficie el bote de la pelota difiere, la técnica a la hora de golpear o incluso en la velocidad de desplazamiento de los jugadores sobre el terreno. Una superficie u otra varía el tenis de tal forma que en muchos casos un tenista que quiera jugar un torneo específico de una de estas superficies en ocasiones se vea obligado a cambiar estilo de juego.
Cemento o pista dura
Es el tipo de superficie más común y extendido tanto a nivel amateur como en el circuito profesional. Como su propio nombre indica, el bote suele ser rápido, más que en las otras dos superficies en las que la bola no alcanza tanta velocidad. Este tipo de terreno es el más exigente en el aspecto físico, los tobillos, rodillas y los pies están expuestos a un mayor desgaste sobre esta pista dura y aumenta el riesgo de lesión.
El cemento o pista dura acoge dos de los cuatro Grand Slams del año: El Open de Australia en enero y el US Open de Nueva York en agosto y septiembre.
Hierba
La hierba natural fue la primera superficie sobre la que se jugó al tenis. Sobre hierba, la pelota tiene un bote rápido y especialmente bajo e irregular, por lo que es difícil mantener un peloteo de largos intercambios. Los golpes con efecto cortado pueden convertirse en un gran aliado si se combina con una buena ejecución. Además, esta superficie premia a aquellos tenistas especialistas en este terreno, los cuales adaptan su juego a las características citadas. Federer, Djokovic o Sampras son algunos de los nombres más destacados en esta superficie.
En la hierba se disputa uno de los cuatro Grand Slams del año: Wimbledon en Londres, Reino Unido en el mes de julio.
Tierra batida
Estas pistas se caracterizan por el confort y el bajo impacto que produce sobre las articulaciones, dado que sus características permiten que el jugador pueda deslizarse a través de ella. En la tierra batida el bote suele ser alto y especialmente irregular cuando la pelota impacta sobre la línea. Las bolas, presentan una velocidad rápida y un bote vivaz. Por norma general, los partidos sobre tierra batida son los más largos y por ello los jugadores se ven sometidos a un mayor desgaste. Rafael Nadal es la referencia absoluta en este tipo de superficie.
En la tierra batida se disputa uno de los cuatro Grand Slams del año: Roland Garros en París, Francia entre los meses de mayo y junio.
