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TENIS | BARCELONA OPEN

El Godó, sin españoles en cuartos por primera vez en 35 años

Tras la eliminación de Nadal y con Alcaraz convaleciente, este jueves caían Bautista, Davidovich y Carballés. Un páramo que no se vivía desde 1989.

Actualizado a
El Godó, sin españoles en cuartos por primera vez en 35 años
Alejandro GarcíaEFE

A 1989, cuando Jordi Arrese, Emilio Sánchez Vicario, Sergi Bruguera y Juan Aguilera cayeron en tercera ronda, y conquistó el título el ecuatoriano Andrés Gómez (que apeó en semifinales a Ivan Lendl), hay que remontarse para encontrar un Barcelona Open Banc sin ningún español en los cuartos de final. 35 años después, el infausto guarismo se ha repetido, después de la caída este jueves de Roberto Bautista, Alejandro Davidovich y Roberto Carballés.

Innumerables nombres como Carlos Costa, Alberto Berasategui, Álex Corretja, Carlos Moyà, Tommy Robredo, Albert Montañés, Nico Almagro, David Ferrer (hoy director del torneo), Pablo Carreño o el propio Davidovich, el año pasado, han alcanzado los cuartos en las tres últimas décadas. Aun en caso de que hubiera avanzado Carballés, se habría tratado de un ‘rara avis’ que sólo haya un tenista entre los ocho mejores del Godó, algo que desde el citado 1989 tan sólo ha sucedido en 1993, cuando Sergi Bruguera se impuso en esa ronda a André Agassi y acabó siendo campeón, y en 2016, cuando Rafa Nadal avanzó hasta su noveno triunfo en el Real Club de Tenis Barcelona, después de que Albert Montañés (ante el manacorí) y Feliciano López cayeran en octavos de final.

Davidovich dura un partido

En el caso de Davidovich, que no había podido debutar en este Godó primero por ser cabeza de serie y el miércoles por la lesión de quien iba a ser su rival, Tomas Machac, empezó rompiéndose mutuamente el saque con Dusan Lajovic, antesala de un primer set que se recolvería en el ‘tie break’, conforme el serbio fue entrando en el encuentro y Davidovich afinaba sus golpes demasiado largos de los primeros juegos, en que el serbio llegó a romperle el servicio dos veces seguidas, 1-3, en una constante que precipitaría un peligroso 3-5 con el que el silencio de la grada en realidad lo decía todo.

Pero el andazluz, como hijo de boxeador que es, supo devolver los golpes e incluso pasó a tomar la iniciativa, tanto para forzar la muerte súbita como para avanzarse en ella por 3-0. Y para tener una bola de set con el 6-4. Pero el orgullo de Lajovic, y demasiados fallos, desencadenaron una hora y cuarto después de que arrancara el partido el 10-12 en el ‘tie break’ a favor del balcánico.

Con la misma decisión, pero también con la misma intermitencia, inició Davidovich la segunda manga. Ganó su saque, quebró el de su contrincante (2-0), y éste se la devolvió inmediatamente (2-2). Pero, si el primer set había durado una hora y cuarto, el segundo se agotó en apenas 30 minutos. Lo que tardó el español en aprovechar una doble falta de Lajovic en un desastroso juego del serbio para avanzarse y remachar en su servicio, 6-3.

Pero ni la inercia ganadora ni los aprietos con que Lajovic ganó su servicio al inicio del tercer set inclinaron hacia un desnivel favorable el partido. El serbio, inopinadamente, rompió de nuevo el saque y por la vía rápida se situó 0-3. Acortó el español en blanco. Y en el quinto juego estuvo realmente el signo del encuentro, pues desaprovechó Davidovich hasta cuatro bolas de ‘break’ a su favor. Pero acabó embadurnado de arcilla. Y perdiendo, 1-4. 1-5 después de que el balcánico, ya sin frenos, ganara fácilmente al resto y definitivamente eliminara al español. 1-6. A otro español más.

Roberto Bautista, en este Godó.
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Roberto Bautista, en este Godó.Pedro Salado / Trofeo Conde de GodóPedro Salado/Real Club Tennis Barcelona

Bautista se queda sin la 401

Entre los nubarrones que amenazaban de buena mañana la zona alta de la Ciudad Condal, uno se asentó sobre Roberto Bautista, quien tras su histórica victoria 400 cosechada el día anterior ante Andrea Vavassori, cayó este jueves en una disputadísima tercera ronda del Barcelona Open ante un correoso Cameron Norrie, que sorteó los momentos cruciales del partido igual que ha ido moviéndose con agilidad por el mundo: nacido en Sudáfrica, criado en Nueva Zelanda, formado tenísticamente en Estados Unidos y representante de Gran Bretaña desde hace una década.

El resultado, decidido en dos sets, no le hace justicia a la igualdad de un encuentro en que se fueron sucediendo los golpes, devolviéndose roturas de servicio, imponiéndose a duras penas en los suyos propios, teniéndoselas con el juez de silla, el emblemático Carlos Bernardes, en el caso de Norrie, y jugando al gato y al ratón hasta bien avanzada la segunda manga, cuando a pesar de ir por detrás en el marcador, Bautista se aferraba a su saque, como el 3-4 que ganó en blanco. Nada más lejos de la realidad, de ahí hasta el 3-6 acabaron sus éxitos en este Godó.

No puede igualar Bautista su mejor clasificación en el torneo barcelonés, los cuartos que había alcanzado en 2015 y 2018, ni tampoco ha logrado derrotar a un rival con el que ha caído en sus tres enfrentamientos, pero nadie le quitará el hito de haber conseguido tan cerca de casa, y en familia, esa victoria 400.

Venía más fresco Norrie, decimosegundo cabeza de serie, que tan sólo había tenido que jugar dos sets en este Godó, el miércoles ante Harold Mayot, quien se retiró antes de iniciarse el tercero por una lesión de carrera. Y, si Bautista había conseguido un triunfo 400 en el que de momento se queda, este pase a cuartos del británico (el tercero que logra, tras 2021 y 2022) supone su victoria número 200 en el circuito ATP.

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