Alcaraz vence a Draper, llega a semifinales y recupera el número dos

Por si alguien lo había olvidado o lo tenía menos presente, Carlos Alcaraz se encargó este miércoles de reivindicar que sigue siendo Carlos Alcaraz. El español, que despertó dudas hace 24 horas con un sufrido triunfo frente a Karen Khachanov, ante quien mostró signos de fatiga y desconexión, metió un par de marchas más, como poco, para desactivar a uno de los jugadores del momento. Carlitos, que cuajó un muy buen partido, superó a Jack Draper (6-4 y 6-4 en 1h37) para avanzar por primera vez en su carrera a las semifinales del Masters 1.000 de Roma y, sobre todo, asegurarse llegar a Roland Garros como número dos del ranking mundial. El de El Palmar, de 22 años, tiene ya los puntos suficientes para superar a Alexander Zverev y ser segundo cabeza de serie en el Bosque de Bolonia, garantizándose evitar a Jannik Sinner hasta una hipotética final. El viernes, Alcaraz peleará ante el italiano Lorenzo Musetti, que sorprendió al alemán Alexander Zverev por 7-6 (1) y 6-4, por un puesto en el duelo por el título.

Estaba sobre aviso el murciano de la inmensa calidad que atesora el que era su rival en cuartos de final, un Jack Draper que, a sus 23 años y siendo quinto del ranking mundial (un triunfo hoy le habría hecho ser cuarto), es ya más un jugador de presente que de futuro. El británico, finalista en Madrid hace una semana y media, había apeado a Alcaraz en Indian Wells hace un par de meses en el que era el último enfrentamiento entre ambos, y eso le sirvió de motivación al tetracampeón de Grand Slams. “Quiero vengarme”, aseguró Carlitos un día antes, cuando admitió haber acabado “cansado” su duro duelo ante Khachanov. Esta vez no le tocó madrugar tanto, y se notó que el murciano aprovechó bien el tiempo para descansar, ya que no mostró signos de fatiga ante un rival al que admira. “Tengo gran respeto por Jack, por lo que está haciendo y por el nivel que está alcanzando. Es un jugador y un chico excelente, siempre quiere mejorar, es muy ambicioso, y hemos visto la mejora que está teniendo. No tenía ninguna duda de que iba a estar en la posición en la que está, y seguro que va a ir alcanzando más puestos”, dijo tras su triunfo.

Además del doble premio que trae esta victoria, semifinales y número dos, hay una recompensa extra para Alcaraz: se convierte en el cuarto español de la historia con más semifinales de Masters 1.000 al igualar las 11 que atesora su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Tiene a tiro las 12 de Carlos Moyá, todavía le queda un poco para llegar a las 18 de David Ferrer, y a un mundo se ven las 76 de Rafa Nadal. Por primera vez en la penúltima ronda de Roma, Alcaraz empieza a cambiar una curiosa dinámica que estaba teniendo su carrera: ha ganado los cuatro primeros Masters 1.000 de cada temporada (Indian Wells, Miami, Montecarlo y Madrid), pero en los cinco siguientes únicamente había llegado una vez a las dos últimas fases (jugó la final de Cincinnati 2023). Es, además, el único tenista de la ATP que ha llegado a tres semifinales esta temporada en la categoría de oro del circuito.

Para batir a un lanzado Draper, Alcaraz demostró haber aprendido, y mucho, de lo que sucedió en el desierto de California. “Estoy muy contento por la manera en la que he preparado el partido, sabiendo lo que pasó en Indian Wells, que fue muy difícil lidiar con los nervios. Hoy lo he afrontado de otra manera y estoy muy orgulloso. Lo más importante que he hecho ha sido no pensar en el resultado, en si iba abajo o arriba. He hecho lo que me hace feliz en pista: ser agresivo, pegar buenos golpes, dejadas, ir a la red... Lo que me gusta hacer en la pista, y eso creo que ha marcado la diferencia”, aseguró el de El Palmar, que también tomó nota de la final que jugó el británico en la Caja Mágica ante Casper Ruud, porque sucedió algo similar. Draper salió a por todas, castigando a base de palos y logrando un tempranero break, pero el londinense se fue quedando poco a poco sin gasolina. Del 2-4 para el inglés se pasó al 6-4 del español, que seguramente desplegó en ese rato su mejor tenis en Roma.

Líder del año

“He jugado a un ritmo muy alto todo el partido, no le he dejado dominar o mantenerse en los intercambios, y eso ha sido un arma hoy para mí. Estoy orgulloso por la forma en la que he preparado el partido y por el modo en el que han ido las cosas. He jugado con mucha confianza, jugando con los golpes y las cosas con las que me gusta jugar y sin darle importancia al resultado, que es lo que más me preocupaba”, insistió Carlitos, quien, en efecto, no permitió dominar a su rival, justo de fuerzas por momentos. Le costó un mundo a Draper llegar a las intentonas de Alcaraz, y su derecha tuvo un significativo bajón en comparación con otros días: de 124 km/h de media a los 116 de este miércoles. Apenas pudo meter ocho ganadores el de Londres, mientras que el español se fue hasta los 24.

Tuvo Alcaraz un pequeño bajón que se tradujo en susto cuando perdió su ventaja en el segundo set e incluso tuvo que salvar tres bolas de rotura en contra, y a la primera ventana que se le abrió para sentenciar el partido, el de El Palmar entró como un Miura. Ya van 28 triunfos en lo que va de temporada, más que nadie (lidera también la Race), y un maravilloso balance de 13-1 sobre tierra, 25-2 si se amplía la muestra hasta mayo del año pasado. “Siento que estoy jugando un gran tenis en tierra batida. Empecé la gira muy bien, fue una pena lesionarme después de Barcelona, pero siempre es difícil estar en plena forma durante toda la gira. Hay que aceptarlo, seguir, recuperar todo lo bien que se puede. Estoy feliz por encontrar el buen ritmo, el buen tenis en tierra, aquí en Roma. Y este partido obviamente me da mucha confianza”, sentenció Alcaraz después de asegurarse su regreso al número dos del mundo. En tiempos en los que los términos papales están a la orden del día en Roma, hoy se proclamó a Alcaraz II.

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