Sorribes resiste ante Kasatkina y alcanza los cuartos de final
La castellonense, sin Badosa ni Muguruza, aguanta como una roca ante la ex top ten en un partido con 18 roturas. Jugará mañana (20:00, TDP) contra Pegula.
Fuera la número dos del mundo, Paula Badosa, y fuera la número número nueve, Garbiñe Muguruza, en la Caja Mágica resiste una roca: Sara Sorribes. La castellonense (47ª del mundo) alcanzó los cuartos de final del Mutua Madrid Open tras batir a Daria Kasatkina (23ª) por 6-4, 1-6 y 6-3 en 2h:31.
Un techo, el de cuartos, que la castellonense nunca ha superado en un torneo de categoría 1.000 (alcanzó esa ronda en 2021 en Miami y Montreal). Un techo, además, que en Madrid sólo Badosa rompió el año pasado llegando a semifinales. Carla Suárez cayó en la frontera de cuartos en 2015 y 2018 y Anabel Medina en 2013.
Alza el puño y mira desafiante a su box, ocupado por Silvia Soler y Paco Fogués, Sorribes. Una tenista con alma de maratoniana. Una currante que ya ha dejado en el camino a la 15ª del mundo, Anastasia Pavlyuchenkova; a Naomi Osaka, campeona de cuatro Grand Slams y ahora a la rusa Kasatkina, 23ª del ranking y ex top ten.
Un partido que se ganó desde el resto, porque con el saque ninguna anduvo fina (nueve roturas para la española y nueve para la rusa entrenada por el español Carlos Martínez). En el primer parcial, cinco breaks para Sorribes y cuatro para Kasatkina. En el segundo, caracterizado por largos intercambios con un patrón que cada vez se ve menos en tierra batida, la rusa pisó el acelerador e igualó el choque. La inercia le permitió conseguir también break de entrada en el tercero. Pero Sorribes no se rindió y volteó el choque con garra.
"No ha habido ningún momento en el que pensara que lo tenía (la victoria). Es el partido más duro tácticamente que he jugado en mi vida. En el segundo set me dolía la cabeza de tanto pensar", contó la española, que buscará este miércoles (20:00, TDP) una plaza en semifinales ante Jessica Pegula (14ª), a quien domina 2-0 en el cara a cara. La estadounidense derrotó a Bianca Andreescu por 7-5 y 6-1.
Sara está dispuesta a seguir resistiendo, feliz esta semana con su familia en la grada. Con su abuelo Pepe, que tenía billete de vuelta a Castellón pero se quedará un día más aunque llegó justo de ropa. "Me ha dicho que aquí se puede comprar más", bromeó al final la nieta. ¿Y hasta dónde piensa llegar? "No sé nada, sólo sé que tengo ganas de trabajar, que me gusta lo que hago y que todos los días intento disfrutar en la pista". Opacada por el brillo de Badosa o Muruguruza, Sorribes, la hormiguita que el año pasado estrenó su palmarés en Guadalajara, asoma la cabeza. "No me preocupo de si se me da valor o no. Yo necesito poco. Tener a mi gente y ser feliz. No pienso en si puedo hacer algo grande". Día a día, sufriendo y disfrutando, que en su caso parece ir de la mano.
En los cuartos del cuadro femenino, que se ventilan este miércoles, sólo quedan dos cabezas de serie Ons Jabeur (10ª del mundo), que se enfrentará a Simona Halep (ahora 21ª), y Pegula, que tendrá enfrente a Sorribes. Ekaterina Alexandrova se las verá con Amanda Anisimova. Y Jil Teichmann, con la ucraniana Anhelina Kalinina, que pudo con la campeona del US Open Emma Raducanu (6-2, 2-6 y 6-4).