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Becker 'soluciona' las faltas de respeto: "Reaccionarán con 4 o 5 torneos sin jugar"

El extenista alemán cree que se han pasado varios límites aunque defendió que los tenistas muestren sus emociones: "No quiero ver jugar a ordenadores o máquinas".

El extenista alemán Boris Becker observa a su compatriota Alexander Zverev durante la ATP Cup 2020.
STRINGERREUTERS

La reacción de numerosos tenistas tras sus partidos en los torneos de la primera parte de la temporada en el tenis ha generado el debate sobre si ciertos comportamientos sobre la pista deberían ser castigados con más dureza, y más aún tras los episodios protagonizados por Nick Kyrgios en los Masters 1.000 de Indian Wells (donde casi dio a un recogepelotas tras arrojar su raqueta tras perder ante Nadal) y Miami o el de Alexander Zverev en Acapulco, que le costó la descalificación tras golpear la silla del árbitro con su raqueta varias veces tras caer en el cuadro de dobles.

El último en pronunciarse sobre ello ha sido el extenista alemán y ganador de 6 Grand Slam Boris Becker, que en declaraciones a Eurosport ha reconocido que hay demasiada transparencia en el tenis en una era en la que todo se mira con lupa. "Estoy muy contento de que se nos permitiera jugar pero últimamente nos hemos vuelto locos por pedir la exclusión de las redes sociales y los micrófonos para hablar. La verdad es que todo más difícil para los jugadores de ahora. Hay una transparencia extrema, demasiada para mi gusto. Y la pregunta es cómo debe lidiar el tenis con ello".

Sin embargo, Becker cree que este tipo de reacciones son habituales y que los tenistas no son máquinas y tienen emociones. "El tenis es un deporte que entretiene. No quiero ver a ordenadores o máquinas en la pista. Las emociones son buenas. Que haya un poco de sangre, dolor y lágrimas estimula a los tenistas, eso ya lo vivimos, pero todo tiene un límite".

Becker también admite que durante su etapa como profesional también se producían este tipo de comportamientos y cree que la única forma de frenar estas reacciones que superan el límite es una dura sanción. "Yo también he roto raquetas y me he dirigido de malas formas a los árbitros. Es por eso por lo que no les puedo criticar. Pero también me castigaron. No me suspendieron pero sí me castigaron pero luego la vida sigue. La línea es muy fina, así que, ¿qué se debe permitir? La forma en la que Medvedev insultó al árbitro en el Open de Australia... A su lado McEnroe sería inofensivo. O Nick Kyrgios y las cosas que hace en la pista. En nuestra generación también éramos malos, pero los chicos de hoy son al menos igual de malos. Si tú prohíbes a un tenista jugar torneos, es el máximo castigo. La única forma que tendrían para despertar es que no se les deje jugar en cuatro o cinco torneos".

Por último el alemán lamentó que haya tenistas que critiquen el comportamiento de sus compañeros y reiteró su idea de aplicar castigos más severos en el caso de episodios graves de antideportividad. "No me gusta que otros jugadores critiquen el comportamiento de sus compañeros. Todos tienen que ser ellos mismos y mirarse en el espejo. No somos perfectos, todos reaccionamos mal a veces y no debemos hacerlo. Llamo a los tenistas 'colegas', por lo que no deberías comentar en público el comportamiento de otro jugador, creo que no está bien. Los castigos están ahí, no hay que inventarlos de nuevo. La pregunta es qué tiene que pasar para que un tenista sea castigado con varias semanas sin jugar".