Sakkari corta la racha de Paula Badosa en Indian Wells
La griega llevó la iniciativa ante la española, vigente campeona, y se enfrentará en la final a la polaca Swiatek, que ganó a la rumana Halep.
La racha triunfal de Paula Badosa en Indian Wells tocó a su fin este sábado con una derrota inapelable contra Maria Sakkari, que llevó casi siempre la iniciativa en el partido para vencer por 6-2, 4-6 y 6-1 en 1h48. “He trabajado toda mi vida para llegar a una final como esta”, dijo entre lágrimas la griega de 26 años y número 6 del mundo, que se enfrentará el domingo (21:00, Teledeporte y DAZN) a la polaca Iga Swiatek, que pudo con la rumana Simona Halep (7-6 (6) y 6-4 en 1h49).
La española, vigente campeona, no conocía la derrota en el torneo (10-1 ahora) e intentaba ser la segunda en revalidarlo después de la legendaria Martina Navratilova, que lo hizo en 1990 y 1991. Nada fácil. Y no pudo ser, entre otras cosas, porque todo lo que ocurrió en el partido dependió de los aciertos y de los errores de su rival. Además, Paula no tuvo un buen día con el saque, volvieron las dobles faltas (siete) y no pudo colocar ningún ace. Sólo en el segundo set consiguió un porcentaje alto de primeros (72%). La presión de la ateniense, una tenista muy física, rápida, agresiva y peleona, fue constante. Y a Badosa le faltó esa seguridad con la que se había manejado en anteriores jornadas. Apenas pudo conectar golpes ganadores (sólo dos en el primer set) ante una oponente que prácticamente tocaba todos sus envíos.
Lástima, porque el encuentro empezó bien para ella, con un quiebre. Pero después se puso en marcha el tornado Sakkari y la pasó por encima. Un juego fantástico, el 2-1 de la segunda manga, hizo que la catalana creyera en sus posibilidades de remontar. Fueron sus mejores minutos de juego, en los que encontró soluciones para atenuar el ímpetu hasta entonces irrefrenable de Sakkari. Sin embargo, el fuego volvió a la raqueta de la helena, que abrió el tercer parcial con un amenazante 2-0 y buenas sensaciones. Paula recuperó con un pasante al estilo Nadal, de fuera a dentro, pero su reacción se detuvo ahí, y en un visto y no visto se le escapó el triunfo. Maria se lo mereció y por eso la número uno española, que había ganado en su único duelo anterior (en las pasadas WTA Finals), le dio un abrazo sincero antes de abandonar la pista con lágrimas en los ojos.
Buen balance
Tiene que animarse, porque deja el desierto de California después de demostrar que estará arriba si nada se tuerce y que puede luchar por los Grand Slams si corrige pequeñas cosas como el tiempo de reacción para moverse hacia adelante. Volverá la semana que viene en Miami como sexta del ranking. Sakkari, por su parte, jugará su segunda final este año (fue subcampeona en San Petersburgo), ya es la tercera y tiene opciones de ser segunda si levanta el trofeo. Ha estado al menos en siete semifinales en sus últimos diez torneos y la constancia suele tener premio.