Nadal vuelve a ganar a Medvedev para entrar en la final
El balear le dio una lección de tenis al nuevo número uno, que tuvo muy buena actitud en el segundo set. Este sábado, contra Norrie a por otro título.
La temporada de Rafa Nadal es sencillamente impresionante y no han pasado ni dos meses del año 2022. Este viernes demostró en el ATP 500 de Acapulco que va a ser muy difícil echarle el guante con otra victoria contra Daniil Medvedev, que el lunes ocupará la primera plaza de la clasificación mundial. Esta vez el número uno fue el balear, que impuso sus galones de multicampeón para ganar por un doble 6-3 en dos horas de un partido que tuvo momentos épicos a pesar de que el marcador parezca decir lo contrario. Acumula 14 triunfos consecutivos en el mejor arranque de año de su carrera.
"No sé. He jugado puntos asombrosos en sus opciones de break en un segundo set muy emocionante. Él estuvo muy agresivo, con dejadas, ganadores… Fue muy difícil y tuve suerte porque él tuvo muchas opciones", dijo Nadal cuando le preguntaron por todo lo que fue capaz de solventar en esa segunda manga. El caso es que lo consiguió y Medvedev, que tiene un récord de 20-7 contra jugadores top-10 desde el Masters de París de 2020, se quedó sin la venganza que anhelaba tras la dolorosa derrota (ya lleva cinco contra el español) en la final del Open de Australia y sin posibilidad de luchar por otro título. Sí lo hará Rafa este sábado, madrugada del domingo en España (4:00, #Vamos), contra el británico Cameron Norrie, vencedor hace unos días en Delray Beach, que se deshizo del griego Stefanos Tsitsipas (doble 6-4 en 78 minutos). "Su nivel de tenis es alto porque ha mejorado mucho desde el pasado año y continúa. Será un gran reto, pero no podía esperar un rival fácil y estoy con muchas ganas", avisó en vísperas del que puede ser su 91º trofeo, cuarto en el torneo mexicano.
Nadal llegó al partido con los deberes hechos y fue claramente mejor en el aspecto táctico. En el primer set, puso en apuros cada saque de Medvedev con una presión constante frente a un servicio que no le hizo demasiado daño. El moscovita colaboró con algunos regalos y cometió 13 errores no forzados frente a los tres de su rival (acabó con 10), mucho más concentrado, activo, agresivo y fresco pese al sudor incesante que manaba de cada centímetro de su cuerpo. Venía con la lección aprendida del día anterior y no le faltaron mudas ni zapatillas. Un quiebre le bastó para adelantarse en 48 minutos.
Gran segundo parcial
Se esperaba una reacción inmediata del virtual líder del ranking, pero Rafa le pasó por encima con su famoso rodillo en los dos primeros juegos de la segunda manga. Nadal aseguró el 3-1 con mucho esfuerzo, paciencia y calidad ante las primeras bolas de break en contra (cinco) tras un 40-15. Medvedev mejoraba y puso una volea de locura para acortar. No se rindió. De hecho, volvió a tener opciones de anular la desventaja a fuerza de dejadas, aunque su ofensiva no fue suficiente para doblegar la voluntad de hierro del manacorí, que le pagó con la misma moneda y salvó otras siete pelotas de rotura en un juegazo con 24 puntos, a cada cual mejor. El desgaste había sido tremendo y Nadal se dejó ir al resto, para no sufrir de nuevo en su siguiente turno de servicio. Lo ganó en blanco y después cerró el triunfo a lo grande, con un último break. Amén.