Garbiñe Muguruza saca toda su garra para borrar fantasmas
La española de Caracas (28 años) derrota a Cirstea en dieciseisavos del WTA 1.000 de Doha tras un inicio dubitativo y a base de ir creciendo en su juego.
Garbiñe Muguruza acabó 2021 como campeona del WTA Finals en Guadalajara (México) tras derrotar en la final en noviembre a la estonia Kontaveit. Sin embargo, el regreso tras las navidades se le estaba atragantando a la caraqueña de 28 años como una bolsa de polvorones sin una botella de agua cercana. En el estreno en Sydney cayó en cuartos de final, en el Open de Australia en segunda ronda y en Dubái en octavos de final. Casi tres meses sin tocar unas semifinales. Así llegaba al WTA 1.000 de Qatar, torneo en el fue finalista la pasada temporada (perdió con la checa Petra Kvitova) y también en 2015 (derrota ante la también checa Lucie Safarova).
"Es un torneo importante. Creo que he jugado bien en el pasado, me he quedado muy cerca de conseguir el título en dos ocasiones. Siento que sé cómo jugar aquí. Ojalá pueda utilizar toda esa experiencia este año en el torneo", avisaba la española, 7º del mundo y 5ª cabeza de serie en Doha, en la previa de su partido de dieciseisavos de final frente a la rumana Sorona Cirstea (4-0 en el cara a cara a favor de Garbiñe). Pese a la voluntad y el plan previo... Garbiñe comenzó sin punch, apática en sus golpes, con gestos de enfado, molesta con el aire... 3-0 en contra y vertiendo malas sensaciones. Sin embargo, Muguruza estaba decidida a que la historia variara 180 grados y apoyándose en su saque comenzó a ganar confianza.
El momento clave fue en el saque de Cirstea para el 5-2. Garbiñe no dio opción y rompió pese a perder cuatro opciones de quiebre precedentes en ese mismo séptimo juego. A partir de ahí giró la ruleta. La española llegó al tie break con confianza y se lo llevó por 7-4 sin perder ni un solo punto al servicio para completar un set en el que ganó 46 de sus 52 saques (26 con el primer saque y 20 con el segundo), pese a sufrir un break en la única opción de la rumana. Set arriba y el vendaval de Muguruza ya fue demasiado para Sorona... pese a romper de nuevo en el primer turno de la española en el segundo set. Dos bolas de rotura en el partido, dos quiebres.
Sin embargo, la pupila de Conchita Martínez ya estaba enchufada. Seis juegos seguidos, incluyendo tres breaks consecutivos para cerrar el partido en 1h 28, 30 minutos para el segundo set por 58 de la sufrida manga inicial.12 winners y 32 errores no forzados para llevarse el triunfo y pasar a octavos de final donde se medirá con la ganadora entre la norteamericana Brengle y la bielorrusa Azarenka. "Ha sido un buen comienzo de torneo, aunque me ha costado entrar en el primer set. He sacado actitud para desarrollar mi juego, elevando el nivel. Quiero dar las gracias especialmente a mi esquina. Sueño con llevarme este trofeo a mi casa tras perder dos finales aquí", explicaba Muguruza al finalizar un partido que sacó adelante con garra y borrando fantasmas recientes