Rublev y Medvedev meten por la vía rápida a Rusia en semifinales
Rublev volvió a flojear, pero venció al sueco Elias Ymer en tres sets. Medvedev sentenció con facilidad ante Mikel Ymer. Alemania, su próximo rival.
El equipo de la Federación Rusa de Tenis jugará por segunda edición consecutiva las semifinales de la Copa Davis, después de vencer por la vía rápida (2-0) a Suecia este jueves en el Madrid Arena. El sábado (13:00) se enfrentará a Alemania en lucha por alcanzar su sexta final como país independiente en la competición.
Andrey Rublev puso en vilo el alma de sus compañeros, que contaban con una victoria suya más o menos fácil. Pero al moscovita que entrena Fernando Vicente volvió a ocurrirle en cuartos ante el sueco Elias Ymer, lo mismo que en la fase de grupos contra el ecuatoriano Quiroz y el español Feliciano López. Después de ganar en primer set con facilidad, se diluyó y a punto estuvo de perder como le pasó frente al toledano. Esta vez salvó los muebles in extremis, en el desempate de la tercera manga, y adelantó a su selección: 6-2, 5-7 y 7-6 (3). De esta manera, Daniil Medvedev podía meter a los rusos en semifinales si se imponía, como era previsible, a Mikael Ymer. Y no falló (doble 6-4 en 73 minutos). Por eso no se disputó el innecesario punto de dobles.
Mal humor
Rublev se vio sorprendido por la agresividad de un rival que se creció con el paso de los minutos al comprobar que el nivel de concentración del número cinco del mundo decrecía al tiempo que aumentaba su mal humor. Se ve que está ya con la reserva justita, pensando quizá en unas necesarias y merecidas vacaciones antes de afrontar una nueva temporada que se presenta dura para él, porque debe mantener su estatus y defender muchos puntos. El mayor de los Ymer, de 25 años, no tenía nada que perder y creyó en sus posibilidades. El segundo set fue un desastre para Andrey, que perdió tres veces su saque y en el tercero no fue capaz de romper el de Ymer, pese a que tuvo hasta siete oportunidades de hacerlo. Por eso se llegó al tie-break y ahí sí que no le tembló el pulso. Antes había roto un trozo de una de las pantallas de publicidad de fondo de pista de un pelotazo.
Eso retrasó el comienzo del partido de Medvedev. El número dos del mundo venció también con un berrinche que le hizo golpear un micrófono con su raqueta. Fue tras perder el saque cuando dominaba con dos quiebres de ventaja en el segundo set. Pero se recompuso sin demasiados problemas y cerró la victoria.