Djokovic mete a Serbia en semifinales con dos victorias
El número uno del mundo ganó a Bublik tras la derrota de Kecmanovic ante Kukushkin y después aseguró el decisivo punto de dobles junto a Cacic.
Definitivamente puede decirse que en Serbia Novak Djokovic juega solo. Porque él lo vale, ganó a Kazajistán (2-1) para meter a su país por quinta vez en las semifinales de la Copa Davis (jugará el viernes ante Croacia), y lo hizo casi sin ayuda. En la primera serie de la fase de grupos, Lajovic, 33º del mundo, pasó las de Caín para vencer al austriaco Gerald Melzer, 290º; y en la segunda, Filip Krajinovic (42º) no pudo con el alemán Dominik Koepfer (54º). Los balcánicos entraron en cuartos de carambola, gracias a la derrota de España contra Rusia, y este miércoles en el Madrid Arena Kecmanovic, eterna promesa de 22 años, finalista júnior del US Open 2016 y 68º del ranking, se estrelló ante el veterano Kukushkin (33 y 183º), un notable jugador en su momento que retiene tenis y le venció por 7-6 (5), 4-6 y 7-6 (11) en 3h18, tras levantar cuatro bolas de partido.
Kazajistán, que se queda por sexta vez en la antepenúltima ronda, se adelantó y Djokovic no tuvo más remedio que sacar a relucir su genio para ganar por 6-3 y 6-4, lo más rápido posible (76 minutos), a Bublik y forzar el punto de dobles con el que buscar las semifinales, en la que les espera Croacia. El astro asumió la carga del juego junto a Cacic, que perdió dos veces el saque en el segundo set, y pudo con los veteranos Golubev y Nedovyesov (6-2, 2-6 y 6-4), que ya le habían complicado la vida a Serbia en una eliminatoria de la Davis de 2016 en la que ganaron al propio Djokovic y al ya retirado y excapitán del equipo balcánico, Zimonjic.
No le pesó al líder del ranking el recuerdo del mal tragó de las Finales de hace dos años, cuando los rusos Khachanov y Rublev les apearon en cuartos a él y al actual técnico serbio, Troicki, que hace cinco años fue el héroe que rescató el último tanto ante los kazajos y esta vez animaba al titán de Belgrado desde el banquillo.
Superioridad
Antes, Djokovic interpretó a la perfección el encuentro ante Bublik, un gigantón sacador que no iba a darle ritmo y que tiene como principal defecto un juego de golpeo duro al límite que suele llevarle a fallar más de lo debido. Jugador del corte de Nick Kyrgios, pero con menos talento, aunque con la misma guasa que el australiano para hacer, entre otras excentricidades, saques por abajo. Con uno de ellos le ganó un juego al de Belgrado, que ni se inmutó antes esa provocación que para muchos es un recurso loable y para otros una falta de respeto. De cualquier manera, Nole fue muy superior, apenas erró y sirvió de maravilla, mucho mejor que su rival. Sólo perdió tres puntos con primeros y ocho con segundos, una precisión que favoreció que apenas tuviera que defender y salvar dos puntos de quiebre. A él le bastó uno en cada set para dominar y llevarse una victoria exprés. Serbia sigue en la pelea por un segundo título que será difícil que llegue si los lugartenientes de Nole no se ponen las pilas.