Djokovic pierde los nervios, pero jugará en casa su final 119
El serbio rompió una raqueta en el segundo set, que perdió ante el eslovaco Martin, y se desquitó con un rosco. Se enfrentará este sábado a Molcan.
No anda demasiado fino Novak Djokovic, al menos de los nervios, que ya le habían jugado una mala pasada el martes contra el desconocido alemán Mats Moraing y que volvieron a hacer acto de presencia este viernes contra el eslovaco Andrej Martin. En aquel partido de segunda ronda del ATP 250 de Belgrado, el serbio rompió una raqueta durante un segundo set que tuvo que cerrar en el desempate, y está vez volvió a pagar su fruistración con su herramienta de trabajo también en una segunda manga que acabo perdiendo. Enrabietado, el número uno del mundo se desquitó con un rosco para cerrar el marcador en el 6-1, 4-6 y 6-0 definitivo.
Después de casi dos horas de inquietud, Djokovic se sacó la espina del primer trofeo celebrado en su ciudad hace unos meses, en el que cayó en semifinales contra el ruso Aslan Karatsev, y se clasificó para jugar la final de este sábado, que será la 119 de su carrera. Se enfrentará este sábado (14:00) a otro eslovaco, Alex Molcan, un jugador de 23 años y 255º del mundo que hasta este torneo nunca había ganado un partido ATP y sorprendió a un especialista sobre arcilla como el argentino Federico Delbonis (4-6, 6-4 y 6-4).
Nole acumula 953 victorias ATP, pero no se le ve imperial en tierra. Sufre más de la cuenta ante rivales inferiores como Martin, de 31 años y 119º del mundo, que también tiene un carácter complicado. Y sus número distan de ser notables. Los de saque, con un 60% de puntos ganados con primeros, lo demuestran. Como su clase es infinita, saca los compromisos adelante, pero tendrá que mejorar si quiere superar a oponentes de mayor entidad y, sobre todo, si quiere aspirar a vencer a Rafa Nadal en Roland Garros.