Carreño: "Mi objetivo es el top-10 y no me conformo con eso"
El número 12 del mundo afronta su sexto Mutua Madrid Open con la ilusión de hacer por fin un buen papel. Llega en su mejor momento y lo cuenta en AS.
Pablo Carreño (Gijón, 29 años) llega a Madrid en un momento dulce de su carrera tras haber sido semifinalista del US Open por segunda vez y cuartofinalista en Roland Garros el año pasado. Hace unas semanas ganó en Marbella su quinto título, y el pasado sábado cayó en la penúltima ronda de Barcelona ante Rafa Nadal, a la postre campeón. El asturiano no oculta que su deseo es volver al top-10, pero no se conforma con ser el 10º, quiere más.
¿Cómo afronta el torneo?
Después de las tres semanas que jugué en tierra, que me vinieron muy bien, mentalmente al acabar en Barcelona estaba un poco saturado, pero muy contento con los resultados. He tenido unos días para descansar y recuperar fuerzas, y llegó a Madrid bien física y tenísticamente. Creo que estoy dando un nivel muy alto. Tengo muchas ganas y mucha confianza. Creo que puedo hacer un buen resultado.
¿Tendrá la ilusión de sacarse la espina en un torneo que no se la dado bien hasta ahora?
Es verdad, pero nunca lo preparé bien del todo, porque siempre venía de Estoril, donde llegaba lejos (fue finalista en 2016 y campeón en 2017) y sin tiempo para adaptarme a un torneo que es especial y diferente por la altura. Esta vez es distinto, porque llegué el jueves para intentar afrontarlo de la mejor manera. Así que ya no hay excusas. Tengo que demostrar mi nivel, aunque tampoco me meto mucha presión. Llevo una gira de tierra bastante buena, así que si aquí no me va perfecto tampoco será una tragedia.
Tiene un cuadro difícil (debutará ante un rival de la previa y si avanza en su camino estarían Fritz o Ramos y Berrettini, entre otros). ¿Cómo lo ve?
En los Masters 1.000 no hay cuadros fáciles. Estamos los mejores del mundo y todos los partidos son duros, aunque seas cabeza de serie. El nivel es muy alto. Habrá que empezar a tope, contra un qualifier que vendrá rodado, algo importante en este torneo y que le vendrá bien para esa primera ronda.
¿Qué tiene el Mutua que le hace especialmente difícil para casi todos los tenistas?
Las condiciones son diferentes al resto de los torneos de la gira de tierra. Marbella, Montecarlo, Barcelona y Estoril se juegan al nivel del mar, como Roma. La pelota está bastante más lenta que en Madrid, donde está mucho más viva. Y aquí en un mismo día cambia todo si juegas de día o de noche. Te puede salir una jornada con mucho sol y otra más nublada. Si hace bueno, por la altura las bolas van muy rápidas y eso dificulta un poco las cosas, pero es un hándicap para todos.
¿Cómo valora su trayectoria desde que terminó el confinamiento el año pasado hasta ahora?
Durante el confinamiento hice un trabajo muy bueno en unos meses que no solemos tener durante la temporada para formar una buena base física. Empecé bien y los resultados llegaron. Por eso cogí confianza. Ya este año, por la cuarentena de Australia, se complicó todo un poco y tuve esa lesión que me apartó de las pistas todo el mes de febrero. Decidimos no viajar a Miami y preparar bien la gira de tierra y nos está saliendo bien la jugada, porque mis sensaciones son muy buenas.
¿Está recuperado de esas molestias?
La rotura del abdominal está totalmente superada, pero tengo alguna molestias en el isquiotibial derecho, en una zona en la que tuve también una rotura hace unos años en Roland Garros. Aunque están controladas. Debo seguir trabajando para que los niveles de fuerza se equilibren y se vaya la molestia y pueda jugar al 100%. Juego vendado, pero ya he demostrado que puedo.
¿Esas lesiones por qué se produjeron?
Yo, y mucha gente, lo achacamos al parón de la burbuja de Australia. Estar 15 días sin hacer casi nada hace que la preparación se vaya al traste. Yo tuve la mala suerte de romperme el abdominal y, como consecuencia, tener que parar y volver a empezar se pierde ritmo. Pero ahora ya he cogido el ritmo de crucero de jugar torneos y el cuerpo está preparado para la competición.
Durante este tiempo del que estamos hablando, ¿en qué cree que ha mejorado más?
Mi mayor evolución ha sido mental. Soy un jugador más agresivo, que impone su tenis y su ritmo, salvo con los rivales muy, muy top, ante los que quizás no soy capaz de dominar los partidos. Contra los demás, impongo mi ritmo. Eso hace que la gente te respete, te tenga en cuenta, y entres en pista sabiendo que puedes ser favorito y soportar la presión.
¿Se ve más jugador de Grand Slams?
La verdad es que los Grand Slams se me han ido dando bien desde hace ya unos años, he sido dos veces semifinalista en el US Open y he llegado otras dos veces a cuartos de Roland Garros. Quitando mis primeros años, cuando obviamente sí noté la diferencia por el nivel de los oponentes y la exigencia física y mental de los partidos a cinco sets, ya desde hace cinco o seis estoy muy preparado para hacer buenos resultados. Ya no notó mucha diferencia entre los majors y los ATP. La experiencia es un grado y voy a cumplir 30 años. Eso hace que tenga las cosas bastante claras.
Ahora tiene muchos puntos que ganar y está muy cerca del top-10…
Mi objetivo desde que empezó la pretemporada era volver al top-10. No sabíamos muy bien como iría el ranking y hemos visto que se mantienen todavía puntos de 2019, lo cual me parece una locura, pero a pesar de eso intentaremos seguir ganando los más puntos posibles, aunque ese sistema me perjudica. No defiendo casi nada ahora y todo lo que haga sumará. Quiero ir acercándome poco a poco, sin obsesionarme ni conformarme si llego al 10 con estar ahí. Mi nivel de juego es muy alto y es una posibilidad real aspirar a eso.
Aquí podría cruzarse con Berrettini, que es el 10…
Para eso tengo que ganar antes dos partidos, que no es nada fácil.
Pero ahora el rival a batir quizá es usted…
Sí que noto que los compañeros y rivales ven un Carreño que está fuerte mental y físicamente, y para ganarme tienen que hacer un partido muy bueno. Contra un top-10 como Schwartzman en Barcelona pedía 5-2, me mantuve ahí y le di la vuelta. Esos pequeños detalles hacen que la gente te respete y te facilitan un poquito las cosas al entrar en pista.
¿Cómo viste la semana pasada a Rafa en Barcelona (perdió contra él en semifinales)?
Aunque no esté a su mejor nivel, porque ha sido muy, muy alto y no es fácil mantenerlo o recuperarlo, porque no había jugado desde Australia, Rafa, sobre todo en tierra batida, es el mejor jugador que hay ahora mismo y que ha habido en la historia del tenis. Es muy difícil jugar contra él. Debes tener muy claras las armas y que salga un partido muy redondo para poder hacerle daño y esperar que él no esté a su mejor nivel. Es favorito para todos los torneos sobre arcilla, aunque no los gané. Se cuenta con él siempre para el título.
¿Y qué me dice de Carlos Alcaraz, al que tiene ‘apadrinado’ en Villena?
Tengo la suerte de conocerlo bien y haber entrenado con él muchas veces. Es un chico que tiene mucho margen de mejora, y eso es algo muy bueno, aunque ya tiene un nivel y un ritmo de bola muy altos que le permiten competir con los profesionales. Tiene que aprender cosas sobre todo a nivel mental, como gestionar sus emociones en los momentos de partido. Para eso tiene el mejor entrenador posible, que es Juan Carlos (Ferrero), que sabe lo que es pasar por eso y le podrá seguir ayudando muchísimo. Yo lo intento apoyar todo lo que puedo, nos llevamos muy bien, tenemos una relación muy buena y nos gusta mucho competir en todo (también en ajedrez).