BARCELONA OPEN BANC SABADELL

El cónsul campeón del Godó que creció bajo el cobijo de Kubala

Balasz Taroczy ganó la edición de 1978 y se instaló en Barcelona por su amor por la ciudad y con la ayuda del que fuera ex jugador y mito del Barça.

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Balasz Taroczy.

Entre los mil asistentes al Barcelona Open Banc Sabadell hay uno de pelo canoso que contempla con entusiasmo a un joven italiano llamado Jannik Sinner. "Qué bueno es", dice, maravillado. Si rebobina en su memoria se imagina 43 años atrás sobre la pista Manolo Santana levantando el título del campeón del Godó ante el rumano Ilie Nastase, quien fuera el primer número uno desde que se computaron los ránkings y campeón de dos Grand Slam. Se trata del húngaro Balasz Taroczy, ahora cónsul general de su país en Barcelona.

"Este Godó es más parecido al que gané hace 40 años. Todo era más familiar, pequeño. Los tenistas nos cambiábamos en el mismo vestuario, íbamos al bar después de los partidos, nos mezclábamos con la gente y hablábamos con ellos. Obviamente ahora no se puede, pero hay poca gente y es parecido. Jugar en Barcelona era diferente con otros torneos porque estábamos en un club. Todo el mundo conoce la historia del RCTB, es el centro del tenis español", comentó a este diario.

La historia de Taroczy es curiosa, un pionero en su país, considerado el mejor tenista húngaro, ganador de dos Grand Slam en dobles y de 13 títulos individuales. "Vivía en Budapest y cerca de mí casa había un club de tenis, como puede ser Pedralbes en Barcelona. Empecé a jugar allí, y crecí con gente mucho mayor, de dos o tres años más". Con esas circunstancias llegó a Barcelona a entrenarse. "Recuerdo de estar junto a Roberto Vizcaíno, que en paz descanse".

"Este Godó es más parecido al que gané hace 40 años. Todo era más familiar, pequeño. Los tenistas nos cambiábamos en el mismo vestuario, íbamos al bar después de los partidos".

Barcelona siempre estuvo presente para el tenista, maravillado por unos jugadores de fútbol que abandonaron el país y que recalaron en el Barça. "Era un fanático, crecí con esos jugadores. Kubala venía a ver mis partidos, y cogimos amistad. Cenábamos muchas veces. Recuerdo que cuando se detenía en un semáforo la gente iba a saludarle. También con Elemer Berkessy, que fue un padre para mí. Había sido jugador del Barcelona en los años 30 y luego fue entrenador del Espanyol".

De aquel Godó, Taroczy recuerda su semifinal contra un joven Ivan Lendl al que "ya se le veían habilidades", mientras que nunca olvidará su victoria después de remontarle un 2-1 en sets a Nastase: "Él tenía ya 31 años. Ahora los tenistas duran más porque están mejor preparados. Empiezan antes a entrenarse, a cuidarse, a pulir la técnica... Y además no tienen que preocuparse por el que harán después. Nadal, Djokovic y Federer se han ido alimentado los unos a los otros, se han hecho mejores. Y aunque sean veteranos pueden seguir", reflexiona desde la grada rememorando recuerdos juveniles.