En tiempos de pandemia no queda más remedio que agudizar el ingenio cuando la enfermedad supone un obstáculo para el cumplimiento necesario de algunos trabajos. Es el caso de Conchita Martínez, entrenadora de Garbiñe Muguruza, que se contagió antes del WTA 250 de Doha y tampoco puede acompañar, de momento, a la española en las pistas de Dubái.

El equipo de Garbiñe se las ha apañado para que la extenista puede seguir sus evoluciones desde la habitación del hotel en Qatar, donde permanece en cuarentena. Lo hace a través de un móvil colocado en un trípode y que controla la fisio argentina de Muguruza, Adriana Forti. Así, con una app de videoconferencias, es como la aragonesa ve lo que hace su pupila y toma nota de lo que le hace falta a la española para que Forti se lo transmita si puede.

La realización del partido de la caraqueña contra la rumana Irina-Camila Begu se fijó en este curioso detalle, como puede apreciarse en la imagen. Conchita está mucho mejor y pronto podrá incorporarse in situ, pero mientras echa mano de la tecnología para desempeñar su labor.