Demasiada Osaka para una gran Muguruza
Garbiñe tuvo dos puntos de partido y un saque para ganar, pero encajó un parcial de 4-0 que le apartó de los cuartos de final. La japonesa se enfrentará a Hsieh.
No pudo ser. Garbiñe Muguruza jugó uno de sus mejores encuentros de los últimos tiempos, ante una de las mejores jugadoras del mundo, sino la mejor, y remó con todo su alma para morir en la orilla. Naomi Osaka levantó dos puntos de partido con 5-3 en el tercer set y con un parcial de 4-0 acabó con las ilusiones de la española, que fue finalista del Open de Australia el año pasado y en 2021 queda eliminada en octavos. El primer duelo entre ambas, una final anticipada de campeonas de Grand Slams y ex números uno, resultó ser un partidazo y poco se le puede reprochar a Garbiñe, que tuvo momentos de un tenis fantástico, porque lo que ocurrió fue principalmente mérito de su rival (40 golpes ganadores, 11 de saque directo), que se negó a hincar la rodilla y venció por 4-6, 6-4 y 7-5 en una hora y 55 minutos. La japonesa, que encadena 18 victorias, se enfrentará en cuartos a la sorprendente taiwanesa de 35 años y 71º del ranking, Su-Wei-Hsieh, quien superó a la checa Marketa Vondrousova (6-4 y 6-2 en 1h:08) para llegar más lejos que nunca en su carrera.
Muguruza arrancó fría, de hecho, empezó el partido con una sudadera que se quitó en el primer descanso. Nunca se había enfrentado a Osaka y es posible que le sorprendiera un poco la velocidad que le imprime la nipona a la bola y cómo se mete enseguida dentro de la pista. Por eso encajó un quiebre de salida. Aunque no se descompuso, encontró su sitio en la pista y forzó los errores de su rival con un tenis equilibrado, agresivo pero controlado. El break lo recuperó enseguida y después de asegurar sus siguientes servicios, rompió de nuevo el de la número tres, algo tan complicado que sólo había ocurrido dos veces en tres rondas. Y después sacó de lujo para apuntarse el primer set. Sensacional.
La buena racha de la caraqueña continuó en el inicio de la segunda manga con otra rotura de entrada y un juego más ganado. No se achantaba por nada Garbiñe y Osaka parecía perder la paciencia, pero su rostro imperturbable escondía una reacción de campeona y la hubo. Contra las cuerdas, con 2-1 y 30-0 en contra, sumó su segundo break y lo consolidó con tres saques a más de 188 Km/h. A Muguruza le tocaba aguantar la furia japonesa, agarrarse a la cancha con solidez y defender. Osaka minimizó sus fallos, apretó mucho al resto e igualó el encuentro con un resto tremendo.
Final amargo
Garbiñe necesitaba ajustar su respuesta a los segundos saques de su rival y resistir con los suyos como fuera. El arreglo llegó en el quinto juego del tercer set. La española metió bolas dentro y ganó puntos. Con 15-40 Osaka tiró la raqueta, colocó un winner y después se enredó con una doble falta. ¡Vamos! Rematar la faena no era misión sencilla y Muguruza lo hizo sacando como los ángeles y con unas defensas maravillosas. Pudo abrochar el triunfo con un 15-40 en el 5-3, pero le tocó el marrón de sacar para ganar a un buque de acorazado y con los nervios a flor de piel. Osaka se curró tres opciones de break e igualó. El no va a más. Cuando más falta le hacía, la campeona de 2019 sacó lo mejor de su repertorio y con un parcial de 4-0 aniquiló Garbiñe. Una pena, porque su gran partido se quedó sin premio. “Ha sido un partido muy duro, me ha intimidado un poco y estaba siendo superior”, reconoció la ganadora.