Djokovic sobrevive a un calvario pero parece lesionado
Djokovic venció en cinco sets a Taylor Fritz, que estuvo a punto de remontar un 0-2 cuando el serbio se vio mermado por un dolor abdominal en la tercera manga.
Novak Djokovic es tan grande que es capaz de superar situaciones que serían imposibles para el 95% de los jugadores. Sólo están a esa altura de esfuerzo las otras dos estrellas del Big Three, Rafa Nada y Roger Federer. Son los tres tenistas que pelean por ser el mejor de la historia y eso requiere grandes sacrificios y una determinación que a veces puede con todo. Es lo que hizo el serbio este viernes en la tercera ronda del Open de Australia, superar un auténtico calvario para ganar por 7-6 (1), 6-4, 3-6, 4-6 y 6-2 en 3h:35 a Taylor Fritz.
Dominaba por dos sets a cero su partido contra el estadounidense, aunque no había sido un camino de rosas, ni mucho menos, pese a un resultado tan favorable para él. Venía, además de un partido duro y muy caluroso contra Frances Tiafoe. Para colmo, la Rod Laver que le ha visto ganar ocho veces el título, se revolvió contra a él con algunos abucheos y provocaciones. La gente quería más tenis y el balcánico lo interpretó como una falta de respeto y gastó quién sabe si demasiadas energías en algunas celebraciones excesivamente vehementes. Todo es desgaste le produjo unas molestias en la zona abdominal, sobre el costado derecho que a punto estuvo de costarle el encuentro y el torneo.
En el tercer set, con 2-1 a favor del americano, que había tenido claras opciones de apuntarse la primera manga, Djokovic pidió asistencia médica y cuando volvió a jugar se vio claramente que no podía sacar bien (la velocidad media de sus servicios pasó de 190 a 181 Km/H) y que su capacidad en la pista no era la adecuada. Deambulaba como un muñeco, con movimientos mecánicos y golpes sin fuerza, ejecutados con el menor esfuerzo posible. Así no pudo hacer frente a la energía de un joven de 23 años con potencia tanto de saque como de drive, alto (1,93) y bastante ágil. Fritz igualó con facilidad el duelo, después de que sobre las 23:30, durante el cuarto parcial, la organización desalojara el estadio con motivo del confinamiento decretado por el estado de Victoria debido a unos casos positivos locales por COVID, que entraba en vigor a las 23:59.
"Recordaré esta victoria siempre"
Sin muchos problemas, se consumó el vaciado y sin público, Djokovic hizo lo imposible. Se guardó las pocas fuerzas que le quedaban, y con la involuntaria colaboración de un Fritz desconcertado y un tanto pusilánime, aseguró su saque con precisión, y con oficio rompió el de su rival no una sino dos veces. Sus gritos de rabia tras el último punto se oyeron en el centro de Melbourne. "Felicito a Taylor, gran lucha, y lo siento porque ha perdido. Yo traté de seguir ahí, y lo que quiera que me pasó empezó a mejorar al final del cuarto set. Antes no podía hacer mucho al resto. Luego me entraron unos primeros servicios y funcionó. Es una de las victorias más especiales de mi vida, da igual la ronda ni contra quien sea. Por todas las circunstancias por las que he tenido que pasar, es algo que recordaré siempre", dijo en la vacía pista. El domingo se enfrentará en octavos a un cañonero que no se apiadará de él si no está bien, Milos Raonic. Y es que está ante la oportunidad de su vida de acabar con el 11-0 en contra que tiene con el de Belgrado. Pero esa, si sucede, será otra historia.