OPEN DE AUSTRALIA

Pedro Martínez cae con dolor y pundonor ante Lajovic

Pedro Martínez no pudo competir al máximo contra el serbio Lajovic, después de un duro primer set, por unas molestias abdominales que no le dejaron sacar bien.

Pedro Martínez cae con dolor y pundonor ante Lajovic
Eurosport
Nacho Albarrán
Nació en Madrid en 1972. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense. Entró en AS en 1996 para documentar partidos de fútbol y estuvo en Cierre antes de encargarse, durante cinco años, de la delegación de Asturias. Después formó parte del equipo de Ediciones y fue redactor de Baloncesto. Desde 2017 se ocupa del tenis día y noche.
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Mal día para los tenistas españoles que competían este viernes en la tercera ronda del Open de Australia. Pablo Carreño tuvo que retirarse en su partido contra Grigor Dimitrov por una lesión abdominal cuando perdía por 6-0 y 1-0 en el segundo set, y después, Pedro Martínez sí pudo terminar su encuentro ante Dusan Lajovic, pero unas molestias en la misma zona que atormentó al asturiano, le impidieron sacar bien y competir contra el serbio en igualdad de condiciones tras un duro y sensaciones primer set por su parte. El valenciano, que podría haber abandonado, demostró pundonor y contra un oponente que le daba alguna oportunidad aguantó sobre la pista 3, donde se generó incluso opciones de remontar en el segundo set. Al final cayó por 6-7 (6), 7-5, 6-1 y 6-4 en 3h:13. Lajovic se enfrentará en octavos a Alexander Zverev, que pasó por encima del francés Adrian Mannarino (6-3, 6-3 y 6-1 en 1h:43).

Martínez hizo un gran esfuerzo para sacar adelante una primera manga en la que tuvo tres puntos de set con 5-4 y saque y que tuvo que resolver en el desempate. Justo después se vio que la velocidad de su saque descendía y en el primer descanso pidió atención médica. Continuó jugando, con problemas también en un dedo de la mano derecha, y estuvo cerca de recuperarse tras encajar un break, pero perdió su para entonces ya muy débil saque y Lajovic igualó el encuentro.

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El tercer set lo entregó Pedro porque no pudo aprovechar sus servicios, con un tenis de emergencia cimentado en constantes subidas a la red. El balcánico, perplejo, fallaba más de la cuenta antes esa estrategia tan inusual como repentina, como necesaria para el español, que en el cuarto parcial se vino arriba y mereció más cuando tuvo una bola de quiebre en el noveno juego. No pudo ser, pero su entrega fue digna de aplauso. Se va con su mejor resultado en el Grand Slam australiano.     

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