Carreño sobrevive a una lluvia de 36 aces ante el checo Vesely
Pablo Carreño pasó a la tercera ronda por quinto año consecutivo tras vencer con paciencia y mucho mérito al cañonero checo Jiri Vesely. Dimitrov, próximo rival.
Pablo Carreño tuvo que armarse de paciencia y de intuición para superar un partido que primero tuvo controlado y después se le complicó peligrosamente ante Jiri Vesely, checo de 27 años y 68º del mundo que le colocó 63 golpes ganadores, 36 de ellos de saque directo. El asturiano logró sobrevivir a esa lluvia de aces para ganar en cuatro sets (6-3, 7-6 (3), 2-6 y 6-4 en 2h:33) y se mete en la tercera ronda del Open de Australia por quinta vez consecutiva. Ahí se encontrará el viernes con el búlgaro Grigor Dimitrov.
A Carreño no le faltó agresividad ni precisión (sólo cometió 22 errores no forzados), pero en la mayoría de los juegos al resto no pudo hacer demasiado para contrarrestar los servicios a más de 200 km/h de su oponente (el más rápido viajó a 217). Aún así, con pericia Pablo fue capaz de ganar 15 puntos contra primeros y castigar siempre que pudo los segundos de su rival. Así le rompió dos veces el saque en momentos decisivos del primer y el cuarto set, roturas que fueron la clave de su victoria. En el cuarto set sumó el quiebre justo para el 6-4 y su grito de celebración se escuchó en Camberra. No era para menos después de soportar semejante tensión con resignación y cierta impotencia en una pista rapidísima.
"Fue un partido muy difícil. Jiri juega muy bien, saca increíble y no te da mucho. No fue fácil concentrarme todo el tiempo en hacer mis cosas. Por supuesto que en el primer set fue más fácil. Las condiciones al comienzo del partido creo que fueron mejores para mí con el sol. La pelota rebota más que al final del partido", explicó Carreño.
Dimitrov, su próximo rival
Pablo Carreño luchará por una plaza en octavos de final del torneo ante Grigor Dimitrov. El búlgaro, decimoctavo favorito, ya está en tercera ronda del Open de Australia tras ganar al australiano Alex Bolt por 7-6 (1), 6-1 y 6-2 después de 1 hora y 50 minutos de partido. Dimitrov se mostró muy fuerte con su saque ante un Bolt que logró aguantar el ritmo en la primera manga para forzar el tie-break pero al que le lastraron sus 45 errores no forzados.
Sin ritmo
"Él siguió sacando todo el tiempo a 210, 215 y haciendo muchos aces. Pero tuve dos puntos de break que aproveché para ganar el partido", añadió. "No me esperaba un partido con tan poco ritmo y eso te desespera un poco. Menos mal que desde el fondo le hacía más daño yo. De noche, ese juego se complicó porque no se le escapaban esas bolas. El partido se puso muy feo", dijo. "No me conformo con nada, no pienso en eso, sólo en ganar. Si doy mi nivel, tendré opciones seguro", concluyó.