Pedro Martínez continúa con su progresión ascendente desde que debutó en los Grand Slams en Roland Garros 2019. En aquella ocasión no pudo pasar de la primera ronda, pero al año siguiente alcanzó la segunda en Australia y la tercera en Roland Garros, después de pinchar en el US Open. Este miércoles, pasó por primera vez al tercer partido en Melbourne con una victoria de mérito ante Emil Ruusuvuori, finlandés de 21 años y 86º del mundo que venía de eliminar al décimo cabeza de serie, Gael Monfils. El español venció por 1-6, 6-3, 6-2 y 7-6 (5) en 3h:09 y se verá el viernes con el serbio Dusan Lajovic, rival complicado pero asequible.

Martínez empezó el partido trabado, muy disgustado con sus errores (11 en el primer set) y con las oportunidades perdidas ante un buen sacador ante el que no pudo aprovechar las cinco opciones de quiebre que tuvo en ese inicio. Pero como pasó ante Nishioka, aunque al japonés sí que le dominó desde el principio, Pedro se animó y remontó con agresividad (43 golpes ganadores) y unos nervios bien canalizados. Ganó las dos siguientes mangas y en la cuarta se enredó cuando ganaba por 4-1 con break de salida. Afortunadamente, evitó en el desempate un quinto parcial que no se merecía sufrir. Se había medido dos veces con Ruusuvuori en Challengers, las dos con derrota, y se vengó en el lugar y el momento perfectos. 

“Ha sido un día de mucho calor que ha hecho que el partido haya sido muy duro para los dos. Desde el segundo set pude coger el ritmo y jugar un muy buen tenis”, dijo el valenciano, que cree que ha mejorado mucho "mentalmente" y que por eso consigue ahora remontar encuentros de este tipo. Sobre las opciones de ganar a Lajovic en la tercera ronda, Pedro dice que "no es lo mismo jugar con él que contra Nadal o Djokovic, pero eso no quiere decir que no sea un enemigo complicado, pero voy a tener oportunidades". 

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