Terrícolas reconvertidos: Rafa Nadal contra Dominic Thiem
El tenista español se enfrenta (15:00, #Vamos) a un jugador destinado a sucederle en tierra que ha estrenado su palmarés de Grand Slams en dura, en el US Open.
Rafa Nadal afrontará este martes (15:00, #Vamos) su segundo desafío en las ATP Finals de Londres, el torneo de maestros que se le niega para redondear su palmarés. Enfrente tendrá a Dominic Thiem, proclamado desde hace tiempo como el 'Principito' llamado a relevarle en Roland Garros, donde ya ha disputado las finales de 2018 y 2019... En las que fue laminado por el español.
Frente a frente, dos reputados jugadores de tierra que, sin embargo, cada vez han ido ganando más peso en pista dura, adaptándose a las necesidades de sacar con solvencia, acortar los intercambios y dotarse de un plus de agresividad. Esa difícil "capacidad de cambiar cosas cuando tienes éxito", que dice Francis Roig, el técnico que lleva 15 años acompañando a Nadal. El Nadal de los puntos gratis con el saque que no cedió ni una sola bola de break contra Rublev en su estreno del domingo en el fantasmal O2 Arena, vacío de público e incluso de prensa.
El primer título de Grand Slam para el austriaco de 27 años, que discute el número dos del mundo con Nadal (les separan 725 puntos), llegó este año sobre el cemento del US Open. De sus 17 títulos, seis los ha logrado en pista dura, donde presenta una efectividad del 60%... aunque aún lejana del 78% del campeón de 20 grandes. "A día de hoy nos tenemos que olvidar de eso de decir que alguien es especialista en tierra. Thiem viene de ganar el US Open y ser finalista en Australia, y ganó en 2019 Indian Wells. Hay que dejar ya los tópicos de especialistas, porque Dominic ya es bueno en todas las superficies", avisó Nadal tras el ejercicio quirúrgico de killer de pista rápida con el que liquidó a Rublev en dos sets (6-3 y 6-4).
"A veces me siento incluso mejor en dura. Así lo dicen los resultados. Desde 2019, mi juego se adapta mejor a esas pistas que a la arcilla", avisaba el estajanovista de Wiener Neustadt antes del torneo. No en vano, el año pasado, llegó a la final en el O2 que perdió frente a Stefanos Tsitsipas, a quien derrotó en su debut con algún que otro problema en su rodilla derecha.
"Thiem está mejorando cada año, es un gran trabajador y estoy muy feliz por verle ganar su primer Grand Slam. El partido será muy difícil para mí, pero también para él. Es un gran reto y la victoria contra Rublev me ayuda a afrontarlo", resumió Rafa, que ayer se metió un entrenamiento duro, de ritmo, el que puede imprimir Thiem. El cara a cara le favorece por 9-5, pero el último duelo en el piso sintético de Melbourne en enero fue para el tres del mundo. Dos terrícolas reconvertidos que dominan los resortes de la dura. Aspirantes a maestros en el coto indoor de Novak Djokovic.