Maria Sharapova contó en el documental El_Punto, en #Vamos de Movistar, su historia desde el positivo por dopaje en 2016 tras haberse administrado meldonium. La ganadora de cinco Grand Slam ofreció una visión personal e íntima sobre uno de los momentos que marcó su carrera. En el documental, las cámaras acompañaron los quince meses de suspensión de la atleta, acompañado de vídeos personales y material inédito.
El 7 de marzo de 2016, la extenista anunció su positivo por consumo de meldonium. La rueda de prensa de la rusa dio la vuelta al mundo, y afectó a Sharapova. "Después de la comparecencia borré todas las redes sociales de mi teléfono, para protegerme de opiniones y juicios y mantenerme cuerda. Nunca me ha preocupado lo que la gente piense de mí, pero de repente, con lo que pasó, sí me empezaba a importar. Fue muy desagradable sentirme tan pequeña. Mi madre se pasó semanas durmiendo conmigo para que estuviera acompañada. Tenía que tomar el control y saber que la había cagado" , dijo sobre aquellos días turbulentos.
Sharapova relató cómo fueron sus primeros contactos con la sustancia que finalmente frenó en seco su carrera. "De joven mi salud se resentía. Mi padre buscó un médico en Rusia. Aunque vivíamos en Estados Unidos, él estaba más seguro hablando con un médico ruso, aunque ese médico no tenía experiencia con deportistas. Me hizo una lista de medicamentos que podía tomar, y con los problemas que empecé a tener desde 2006 me dijo que podía tomar 'mildronate', que en Rusia se toma sin receta, como si fuera aspirina", contó sobre sus comienzos con el meldonium.
La sustancia en sí fue legal durante gran parte de la carrera de la rusa, hasta que en enero de 2016 fue prohibida, hecho del que Sharapova no se enteró a tiempo. "Siempre me hicieron muchas pruebas entre 2006 y 2015, y nunca pasó nada. En enero de 2016 pasó a ser ilegal. Otras federaciones advirtieron a otros deportistas sobre el meldonium y que pasaba a estar prohibido, pero no a mí" , cuenta. "Recibí un correo de la Federación Internacional de Tenis (ITF). Hablaba sobre dopaje, y mencionaba algo de un medicamento llamado meldonium. Yo fui al diccionario para buscarlo, porque no conocía esa sustancia, pero luego leí 'mildronate' y sí que sabía perfectamente lo que era", subrayó sobre cómo se dio cuenta de su irregularidad.
Pese a ello, Sharapova también quiso dejar claro que nunca ocultó su consumo de esta sustancia, y que lo hacía por motivos médicos y no deportivos. "La ITF insistió en que yo oculté que tomaba 'meldonium', y no es así, porque yo tomé durante muchos años algo legal. Quiero que me respeten, no pedí que me dejaran jugar al día siguiente. Mi equipo y yo nos habíamos acostumbrado a tomar algo que mejoraba mi salud pero no mi rendimiento. Luché por lo que considero mi derecho y mi voz. Al leer después aquel informe que me rebajó la pena, me sentí libre. Yo no oculté que tomaba meldonium", dijo la rusa.
Uno de los momentos más llamativos del reportaje de #Vamos fue cuando Sharapova culpó directamente a su agente por aquel entonces, Max Eisenbud, del positivo y sanción de la jugadora. "Si hay varias personas en un equipo, cada uno se dedica a su terreno. Dejé trabajar con aquel médico en 2013 porque quería un enfoque más natural. Seguí tomando tres sustancias que él me había dicho que tomara hace varios años, entre ellas el 'mildronate'. Le dije a mi agente que comprobara la lista de sustancias prohibidas a finales de año en 2015. Pero Max tenía problemas personales y no lo comprobó. Fue error suyo no hacerlo", dijo tajantemente.
Tras quince meses sin pisar las pistas por la sanción, Sharapova nunca volvió a ser la misma. Únicamente ganó un torneo más de la WTA y su mejor resultado en un Grand Slam fueron los cuartos de final en Roland Garros 2018. La rusa disputó su último partido en el Abierto de Australia de este año.