La USTA plantea trasladar el Masters de Cincinnati a Nueva York antes del US Open
Según el 'NY Times', la Federación de Estados Unidos quiere salvar dos de sus torneos más importantes creando una burbuja de seguridad para los tenistas.
La Federación de Tenis de Estados Unidos (USTA) no para de estudiar fórmulas para que el US Open se celebre cómo sea este año, a pesar de la situación dramática que vive el país por la pandemia del Covid-19, agravada ahora por la polémica racial tras el asesinato del afroamericano George Floyd. Hace unos días, Stacey Allaster, directora ejecutiva de la USTA, anunció una serie de medidas que podrían tomarse para garantizar las condiciones sanitarias adecuadas en el Grand Slam americano, como fletar vuelos chárter para los jugadores, hacer test de coronavirus, controles de temperaturas, partidos a tres sets... Ahora, según adelanta el New York Times, plantea una nueva vuelta de tuerca con la que salvaría dos de sus torneos más importantes: trasladar el Masters 1.000 de Cincinnati a Nueva York, justo antes del US Open.
De esta manera, al juntar los dos eventos en una misma ciudad, la USTA crearía una especie de burbuja de seguridad para los tenistas, que no tendrían que trasladarse desde el estado de Ohio a la Gran Manzana. El Western & Southern Open se celebraría del 17 al 23 de agosto, y el Abierto de Estados Unidos, del 31 de agosto al 13 de septiembre, como estaba previsto. Líderes de los circuitos ATP y WTA ya recibieron la propuesta, pero hablaron desde el anonimato porque no se les permite opinar sobre esta posibilidad de manera pública hasta que no se haga oficial, si es que eso ocurre. El torneo masculino de Cincinnati lo organiza la USTA, mientras que el femenino es propiedad de Octagon.
Las normas de cuarentena, tanto en la ida como en la vuelta de los viajes transatlánticos, son un obstáculo para este plan, aunque el presidente Donald Trump es partidario de conceder permiso a las grandes estrellas del deporte para que vayan a competir a EE UU. Otra cuestión será el retorno, por ejemplo, a Europa. La estadounidense Bethanie Mattek-Sands, que no ha sido una de las receptoras del proyecto, sí pudo hablar con el Times y lo ve bien: "Realmente no hay nada en los libros de reglas para esta situación. Poner dos grandes torneos en el mismo lugar definitivamente está en el camino correcto, porque hace que sea un poco más fácil controlar algunas cosas". Pase lo que pase con esta idea, el US Open y el resto de los órganos de gobierno del tenis mundial, tomarán una decisión sobre el futuro inmediato del circuito en los próximos días.