Zverev madura para llegar a una gran semifinal al 19º intento
Alexander Zverev se levantó con garra después de perder por 6-1 el primer set contra Stan Wawrinka y el viernes peleará por llegar a la final contra Thiem.
A sus 22 años y después de 18 intentos fallidos, al 19º Alexander Zverev logró meterse en las semifinales de un Grand Slam. Se esperaba su llegada a esas alturas desde hace tiempo, pero por unas cosas u otras le había faltado competitividad para superar los cuartos de final. Lo hizo por fin este miércoles en el Open de Australia, con una victoria de garra ante el veterano tres veces campeón de majors Stan Wawrinka, porque la logró tras reponerse de un mal inicio: 1-6, 6-3, 6-4 y 6-2 en 2h:19.
"Después del primer set, ya estaba pensando que le diría a los periodistas tras perder en tres", dijo el alemán, que estuvo alegre y locuaz en la entrevista postpartido con el mítico John McEnroe. "Me voy a sentar en mi habitación del hotel con un vaso bien frío de Coca Cola a ver el partido entre Nadal y Thiem, espero que estén seis horas jugando", bromeó. El austriaco será su rival el viernes (09:30, Eurosport) por un puesto en la final. "Tíos, no sabéis lo que signinfica esto para mí", le dijo al público, mientras su padre y entrenador, Alexander Sr., ruso y frió, contenía las lágrimas en el box de su equipo. Además, Zverev se siente generoso: "Lo dije y lo mantengo, todas mis ganancias son para los afectados por los incendios en Australia. Si gano, todo el premio será para ellos".
Zverev se merendó a Wawrinka con una actuación sobria después de esa aciaga primera manga, con pocos errores no forzados (28) para lo que es habitual en él y un 80% de primeros servicios dentro, porcentaje que le sirvió para defender sus turnos y restar con la suficiente tranquilidad como para romper cinco veces el saque del suizo. Sascha, que lució madurez y control, es el séptimo alemán que llega a las semifinales de un Grand Slam, tras Becker (18), Stich (6), Haas (4), Schuettler (2), Kiefer (1) y Meiler (1).