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COPA DAVIS

Gerard Piqué: "Esta Copa Davis ha llegado para quedarse"

El central del Barça y presidente de Kosmos (32 años) culminó el domingo su sueño de hacer de la Copa Davis un Mundial con 18 países. Hace balance en AS.

Madrid
Gerard Piqué: "Esta Copa Davis ha llegado para quedarse"
CHEMA DIAZDIARIO AS

Gerard Piqué (Barcelona, 32 años) culminó el domingo en Madrid su sueño de hacer de la Copa Davis, una competición con 119 años de historia, un Mundial de tenis con 18 países concentrados una semana en la Caja Mágica. El central del Barça, y presidente de Kosmos, hace balance en AS. 

—¿Ha sido esta Davis el Mundial que imaginaba?
Sí, es lo que tenía en la cabeza. Nuestro lema era New era, same soul (Nuevos tiempos, el mismo alma) y si algo ha tenido este torneo ha sido alma. Todas las virtudes de la Davis han brillado en su esplendor. Hemos visto cómo lloraba Serbia, eliminada en el tie-break del último punto, a Canadá llegando a la final por primera vez en la historia, eliminatorias decididas en el último instante… Ha habido una emoción increíble y eso es lo que no se puede comprar, es lo que hace única a la Davis y es lo que hay que mantener. Ver a los jugadores involucrados, defendiendo a sus países, es único.

(Gerard Piqué atiende a AS antes de la final de España, acaba de de asistir al sorteo del cuadro de 2020. Camina tranquilo por los pasillos de la Caja Mágica mientras atiende llamadas relativas al Leganés-Barça y miembros de su equipo se abrazan satisfechos y resoplan después de una semana de mucha tensión).

—Uno de los temores con el cambio es que se perdiera la esencia…
—La esencia no se ha perdido, sigue intacta y hasta es mucho más emocionante porque ves la eliminatoria en un día y puedes disfrutarla en la pista desde el principio hasta el final. Antes, todo eso se extendía en tres jornadas. Creo que el formato ha mejorado eso. Meter el dobles al final es, además, una de las mejores decisiones que tomamos porque representan más al equipo al ser dos. Adquiere valor al ser decisivo. En el mundo del tenis, están en un segundo plano y en la Davis se disfruta mucho más con ellos.

—Una de sus intenciones era conseguir un tenis más dinámico, enganchar a gente joven. ¿Qué le dicen sus hijos?
—¡Les encanta! El mayor, que es un apasionado, me ha estado preguntando todo el tiempo quién jugaba, cómo se decidían las eliminatorias… Si la gente joven se ha enganchado como mi hijo, esto habrá sido un grandísimo éxito.

—¿Qué responde a los que dicen que el cambio en la Davis se debe sólo al negocio, al dinero?
—La gente puede opinar y yo respeto todo. El tiempo dirá lo que será esta competición en el futuro. Me voy de Madrid viendo que la Davis, con este nuevo formato, ha llegado para quedarse para siempre. Por cómo han reaccionado los jugadores y las aficiones. Era la primera vez que se celebraba el evento y existía un desconocimiento sobre qué se encontrarían. Hay que romper estas barreras. Este año hemos puesto la competición en el punto de mira. Todo el mundo sabe de qué va, cómo es de emocionante, y el año próximo estoy convencidísimo de que vendrá mucha más gente de fuera y que pudo tener dudas de lo que se iba a encontrar.

—En las pistas dos y tres, hubo días con muy poco público en las gradas. El periódico francés L'Équipe lo describió como una situación de "insoldable tristeza". ¿Es el reto atraer a más aficionados de los países?
—Sí, Francia es el país que ha estado más en contra del cambio. Es muy tradicional y sentían la Copa Davis como muy suya con el formato antiguo. Desde el primer momento, toda la afición y la prensa estuvieron muy en contra. Por eso se ha decidido otorgarles una invitación para 2020, para que se sientan parte de esta competición porque el formato seguirá así. Expresaron su malestar, pero la decisión del cambio se tomó para 25 años y prefiero que se vayan adaptando. Es un país muy importante y pretendemos que, al estar cerca de España, venga muchísima más gente. Es cierto que en sus partidos no ha habido público.

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CHEMA DIAZDIARIO AS

—Hablaba del llanto de Serbia. ¿Se esperaba esta implicación de Novak Djokovic después de que inicialmente no apoyara la competición?
—Novak ha estado muy involucrado durante el inicio y hemos tenido reuniones esta semana para ver cómo podemos mejorar. Cuando se enteró de la invitación a Serbia para el 2020 me lo agradeció enseguida y me dijo que está esperando volver. Su eliminación fue muy cruel, teniendo bola de partido contra Rusia. Lo más importante es que los jugadores se van con una sensación de querer repetir lo antes posible y una adrenalina y una pasión que no hay en ningún otro evento del tenis. No ves a unos jugadores llorando en unas semifinales de un Grand Slam.

—Dice que se ha reunido con Djokovic, también con Nadal. Son los jefes del circuito. ¿Qué le han transmitido?
—Cosas muy, muy positivas. Obviamente el tema de los horarios hay que afrontarlo. Sólo tenemos una semana y hay que jugarlo todo. Una de las opciones es hacer una cuarta pista que desestrese, o acortar el tiempo de espera entre partido y partido. Comenzar antes afectaría negativamente a la afluencia a las pistas. Hay que buscar un balance, pero que los horarios sean el problema principal es una gran noticia. Es solucionable.

—Hemos escuchado a Rafa Nadal y a Djokovic abogar por un entendimiento entre Kosmos, ITF y ATP para fusionar en un único evento la Copa Davis y la ATP Cup que arrancará en enero en Australia. Parece que no queda otro camino. ¿Va a ser posible?
—Ellos quieren un superevento de dos semanas y estamos totalmente a favor de ello porque nos relajaría y podríamos meter 24 equipos en vez de 18. Para ello hay que llegar a un acuerdo con la ATP y llevar la competición a septiembre u octubre, después del US Open. Ahí llegarían con menos desgaste. Nole y Rafa lo han dicho y estamos de acuerdo. Llevamos un año intentando hablar con la ATP, pero Chris Kermode iba a dejar la presidencia y no ha sido fácil. Con el nuevo (el italiano Andrea Gaudenci) estamos convencidos de que podremos llegar a un acuerdo en los próximos meses.

—¿Y cambiar ya a corto plazo?
—Lo ideal sería en 2021. Es lo más realista.

—¿Qué pensó cuando vio que el España-Rusia finalizaba a las 01:50 y el EE UU-Italia a las 04:00 de la madrugada?
—Viví esa jornada intensamente porque vi que todo se alargaba y no había más pistas. Pero los días son los que son y consolaba que ni Estados Unidos ni Italia debían jugar al día siguiente. El tenis es así. En Australia han acabado partidos a las 04:00. Sé que no son horas, pero es lo que ha tocado. Dentro de unos años, cuando esta competición sea única, lo veremos como anécdota.

—Ya conocen el deseo de Madrid de contar con la Davis un año más, hasta 2021. ¿A usted qué le parece?
—No nos disgusta la idea de seguir aquí. Estamos muy cómodos, las instalaciones son muy buenas y los tenistas llegan del Masters de Londres o de Turín (en 2021) y las distancias son muy cortas. Puede ser una opción, pero hay un tender process (concurso) y ITF (la Federación Internacional) es la que tiene la última palabra. Hay interés de Asia, Estados Unidos, Sudamérica… Aquí nosotros podemos ayudar pero hasta cierto punto.

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GABRIEL BOUYSAFP

—Suiza no estará tampoco en 2020. No disputará las eliminatorias de clasificación y tampoco le han reservado una de las invitaciones. ¿Desistieron con Roger Federer?
—Me encantaría que jugaran todos, pero con el tiempo me he dado cuenta de que no es un tema de que le guste o no la competición, sino personal. Él organiza otra, que es la Laver Cup en septiembre, y ve la Davis como un competidor. Y no es así. Es una exhibición con tres años de vida y organizada muy bien, pero frente a otra que nació en 1900, con 119 años de historia, oficial… Son cosas totalmente distintas. Encantado de hablar con él, pero ya no podemos darle una invitación.

—Sin el éxito de España, podríamos estar haciendo otras valoraciones, ¿no?
—Que el anfitrión llegue lejos en cualquier competición, ayuda. Pasaría igual con un Mundial de fútbol en España. Ver las pistas como estaban, cómo se han involucrado los aficionados, las portadas en medios de comunicación… Se ha generado una semana de fiesta del tenis, que es lo que queríamos. Y la repercusión a nivel internacional también ha sido muy grande, no sólo a nivel nacional.

—¿Qué le parece lo de Nadal?
—¡Muy, muy bestia! Dio una lección de por qué es considerado por muchos como el mejor deportista español de la historia.

—Se habrá dado cuenta de que los tenistas mandan más que los futbolistas. ¿Les envidia en ese sentido?
—(Sonríe) ¡Mucho más! No les tengo envidia, les felicito. Ojalá los futbolistas tuviéramos el mismo poder a la hora de decidir horarios, torneos… Tienen opinión en todo. Y los futbolistas siempre somos los últimos para las federaciones, los clubes, las ligas…

—¿Y le gustaría cambiar cosas en el fútbol desde su posición de hombre de negocios?
—Habría cosas que cambiar… Cada vez está más cargado el calendario, descansamos menos y hay más riesgos de lesiones. Es entendible porque se mueve mucho dinero y todo el mundo quiere hacer negocio, pero tampoco nos podemos quejar. En la balanza, hay cosas que están bien hechas.

—Se ha hablado mucho de sus ojeras estos días… Dice que se ha hecho insensible a las críticas. ¿De verdad no le afectan?
—(Se ríe) No, no. Lo considero parte del ruido, del juego. No me produce nada... Leo y no soy rencoroso. Al que me critica, al día siguiente le veo, le saludo y le dedico una sonrisa. Al final, la prensa necesita vender cada semana y hablar de algo. Esta semana no había fútbol y sí la Copa Davis conmigo involucrado. Me lo esperaba. Sé lo que soy, lo que represento y el club por el que juego. A partir de ahí, respeto todo aunque no entienda la mayoría de las opiniones y seguiré haciendo mi trabajo, que básicamente es ser lo mejor posible para que Barça gane.

—Cita a la prensa, ¿pero entiende el recelo del aficionado, al verle cinco días entre Madrid y Barcelona cuando hay un partido el sábado?
—Si lee la prensa y se la cree, entiendo que pueda tener ese recelo. Pero que yo viaje un martes o un miércoles de Barcelona a Madrid y vuelva, para jugar un sábado no te afecta. Es un vuelo de cincuenta minutos. Hay jugadores que hacen otras cosas. No afecta en nada. Al final se ganó en Leganés y era lo importante. Seguimos líderes y una vez pasada la Davis, el ruido sobre mí bajará.