Una mini villa olímpica en los vestuarios de la Caja Mágica
Se han construido 18 vestuarios sobre las pistas exteriores auxiliares donde los equipos conviven. Al serbio Djokovic le recuerda "a los Juegos Olímpicos".
"Me recuerda a unos Juegos Olímpicos”. La definición es de Novak Djokovic, jefe de Serbia. Así es el ambiente que reina en la pequeña ‘Villa’ que se ha levantado sobre las pistas exteriores de entrenamiento de la Caja Mágica para las finales de Copa Davis.
Dieciocho casas portátiles, al modo de las oficinas que se montan en las grandes obras, acogen a los equipos. Su bandera preside la entrada y también un mensaje en el idioma de cada país: ‘Bienvenido a casa’, ‘Welcome home’... Dentro, taquillas personalizadas con la foto de cada jugador, sofás, baño con ducha, máquinas de encordar, fruta, bebidas, una mesa alrededor de la cual se puede sacar el parchís (España) o las cartas (EE UU)… Rivales que se cruzan a cada momento por un pasillo común.
Las comidas se realizan en un comedor situado ya en el edificio de la Caja, en el mismo lugar que ocupa el del Madrid Open en mayo, pero con biombos que separan las delegaciones.Y los servicios médicos están a cargo de la Clínica del Tenis de Mapfre, que pone a disposición de los jugadores en el mismo recinto ecógrafos, crioterapia para la recuperación muscular y fisioterapia de apoyo. Incluso, también se dispone de una unidad de resonancia magnética (“algo de lo que no se puede ver en los torneos”, dicen los responsables) que permite realizar diagnósticos instantáneos de las lesiones.
La convivencia de los equipos también permite la mezcla, algo inusual en la Davis. Pablo Carreño se ha entrenado con el argentino Schwartzman, la Bélgica de Goffin recreó una eliminatoria frente a Andy Murray y los británicos. “No vamos a entrenar con los rivales de Chile y Alemania, pero sí lo hacemos con otras selecciones. Acá, al haber tantos equipos es bueno y nos ayuda a ver cómo estás”, cuenta el argentino Máximo González. Dieciocho selecciones en su Mundial o en unos mini Juegos.