El trono de Nadal está en manos de su amigo Federer
Federer puede darle un doble golpe este jueves (21:00, #Vamos) a Djokovic. Si gana le eliminará del Masters y el serbio ya no podrá recuperar este año el liderato del ranking.
En la misma ciudad en la que vivieron un auténtico drama, donde regalaron un partidazo al público que asistió a la final de Wimbledon y los millones de espectadores que vibraron con las cuatro horas y 57 minutos de batalla, Roger Federer y Novak Djokovic volverán a encontrarse este jueves (21:00, #Vamos) con otro todo o nada en juego: la clasificación para las semifinales de las ATP Finals o un billete para casa. El suizo querrá tomarse la revancha de una derrota dolorosa, en la que desperdició dos puntos de campeonato. Si lo hace, no sólo apeará a su rival, sino que le impedirá recuperar el número uno haga lo que haga Nadal. Así de rotundo.
A nadie se le escapa que al de Basilea le escoció mucho caer aquel día, quién sabe si en su última gran oportunidad de ganar su 21º Grand Slam. Tampoco es un secreto su buena relación con Nadal, que se ha estrechado en los últimos años con sus colaboraciones mutuas (la Academia de Manacor, la Laver Cup, exhibiciones...) y por el improvisado frente común que han formado para intentar evitar que el dominio de Djokovic fuera abrumador. A Federer le sobran motivos para salir a muerte contra el balcánico, con quien tiene balance particular negativo (22-26) y a quien no vence precisamente desde el Masters de 2015, cuando pudo con él en la fase de grupos. Después, cuatro derrotas, dos de ellas en finales (Cincinnati 2018 y Wimbledon 2019) y dos en semifinales (Australia 2016 y París-Bercy 2018).
Djokovic no puede permitirse un tropiezo si quiere terminar 2019 en el trono mundial, e incluso con una victoria contra el helvético no le llegaría. Tras el triunfo de Nadal contra Medvedev, Nole tiene que levantar el trofeo para volver a ser líder. Esta noche juegan dos, pero está implicado todo el Big Three.
Olvidado
Federer aseguró tras superar a Berrettini que había tardado un par de semanas en olvidar aquella decepción de Wimbledon y dijo que le emocionaba volver a enfrentarse a un viejo enemigo con el que llegó a pensar que nunca más se cruzaría. "Para mí es bueno jugar contra él sin pensar en eso, ahora estamos en las Finals". Novak, enfadado por su fracaso ante Thiem, fue muy mucho más parco al referirse a aquel enfrentamiento y a su reencuentro con Roger: "Eso ahora ya no importa".