“Nadie tiene la mentalidad de Nadal, está por encima”
Nicolás Almagro (Murcia, 34 años) lleva 7 meses retirado como profesional. Mientras se prepara para el circuito de veteranos, ejerce de instructor en La Manga Club. Allí se sinceró con AS.
- ¿Cómo le va la vida?
- Estoy bien, muy contento, feliz, tranquilo y disfrutando de la nueva etapa que estoy viviendo. Tengo las ideas claras de lo que quiero y trato de ponerlas en práctica poco a poco en la Manga Club.
- ¿Se plantea jugar en el circuito de veteranos?
- Esa es la idea. Ojalá pueda. El tenis es un mundo en el que es muy difícil desconectar al cien por cien. Siempre me ha gustado mucho la competición y la adrenalina que te aporta. Así poder estar vinculado al algo tan bonito como ha sido el circuito, con las alegrías que me ha dado, es algo que me llenaría de ilusión. Sería de una manera más relajada y distendida, pero a la vez disfrutaría e intentaría hacer disfrutar a la gente que lo vea.
- Y habrá nivel, con Ferrer ahí metido…
- Ferru siempre estará en forma. Es uno de los jugadores que mejor se ha mantenido durante más tiempo y ahora me consta que sigue entrenándose, haciendo lo mismo que hacía siempre pero sin competir. Será bonito y verle a él, con lo que ha hecho durante su carrera, aportarlo ahora en veteranos seguro que será un salto de calidad y será un motivo de orgullo para todos.
- ¿Qué tal se le está dando a usted ahora la enseñanza?
- Es diferente. Intento aprender al mismo tiempo y si puede aportar algo de lo que yo sé y lo que me han enseñado a mí, fenomenal. Mejoro día a día. Estuve rodeado de los mejores y espero estar a esa altura, con ilusión por transmitir lo que viví y sentí en mi carrera y encima hacerlo en un lugar como la Manga Club, con unas instalaciones sensacionales. Un sitio en el que han estado Andy Murray, Kevin Anderson, Johanna Konta, que dirigió en su día Manolo Santana… Más no puedo pedir.
- ¿Se ha planteado entrenar a algún jugador o jugadora del circuito?
- Es algo que me gustaría, pero ahora mis prioridades son otras: desconectar, poder oxigenarme mentalmente y disfrutar de mi familia y de mis hijos. Si puedo colaborar con algún jugador durante una semana, genial, y en el futuro ya veré si estoy preparado para hacerlo a tiempo completo.
- ¿Qué echa de menos de la competición?
- Ahora mismo nada. No he tenido tiempo aún porque llevo sólo siete meses retirado. Tengo un nene que exige mucho y necesita dedicación las 24 horas. Quería disfrutar de los niños, de mi mujer, de toda mi gente y poder disfrutar también con perspectiva de todo lo que conseguí.
- Ahora le puede enseñar un par de cosas a Nadal de lo que es estar casado, de la vida familiar.
- (Risas) Bueno, eso al final hay que descubrirlo… La vida son etapas y cada uno sabe cuando le llega el momento de dar un paso. Ojalá que sea igual de feliz que lo ha sido en su noviazgo y cuando tenga hijos seguro que será un padrazo, porque triunfa en todo lo que se propone.
- ¿Qué es lo que más le ha llenado en su carrera?
- Creo que tuve una carrera muy exitosa, increíble e inimaginable para mí. Me siento orgulloso prácticamente de todo lo que hice. Tenía una forma de vivir mi carrera que mucha gente no entendía, pero era la mía. Así lo intente hasta el último de mis días. Me arrepiento de cosas por mi carácter, pero también eso me hizo mejorar como deportista y como persona. Cambiaría algunas cosas, pero sin ellas no hubiera dado pasos hacia adelante. No tengo una victoria puesta por encima de las demás, me quedo con el trayecto, con el camino recorrido, duro y costoso.
- ¿Cuáles son esas cosas de las que se arrepiente?
- Mi carácter alguna vez me jugó malas pasadas. Cuando uno es joven se cree que todo está permitido y no es así. Cosas como romper raquetas, blasfemar, decir palabras malsonantes en general, alguna pelea que no tocaba, malos gestos… No lo tenía que haber hecho porque era un privilegiado. Al final, maduré.
- ¿Se trasformaba en la pista como si tuviera dos personalidades?
- Fuera de la pista soy muy tranquilo, extrovertido, relajado… Pero cuando entraba me transformaba. La adrenalina, la competición, no querer perder, la tensión… Todo eso, que no sé explicar muy bien, hacía que no pudiera controlar gestos y cosas que surgían dentro de mí. Pero con ese carácter y esa manera de ser conseguí lo que pude (13 títulos ATP, una Copa Davis y el número 9 del mundo en mayo de 2011). Soy consciente de que hice cosas mal, pero estoy orgulloso de lo que conseguí.
- ¿Cree que ese éxito del que habla no se pone bien en perspectiva teniendo en cuenta que usted ha jugado con la mejor generación de la historia del tenis?
- A ver, lo anormal es lo de Rafa Nadal no lo que conseguimos los demás. Debemos sentirnos orgullosos de tener a un tenista como el que tenemos, primera espada, y haber sido sus escuderos. Estuvimos muchos años con dos o tres top-10 españoles a final de temporada. Muchos le verían como normal, pero no lo era. Y ganábamos más de 13 o 14 títulos cada curso. Hay que saber disfrutar los momentos buenos, que los malos vienen solos.
- Y eso contra Federer, Djokovic, Murray…
- Yo formé parte de la mejor generación de tenistas de la historia del tenis y con ellos fui número nueve del mundo. Con eso está todo dicho. Poder haber competido con ellos, ganar a Rafa una vez y otra a Murray, hacerle partido a Federer varias veces… son cosas que podré contarle a mis hijos, espero que a mis nietos también y que perdurarán en mi memoria durante mucho tiempo.
- Y le quedan dos señas de identidad únicas: su revés a una mano y el récord de aces en tierra…
- El saque está ahí, pero supongo que no duraré mucho tiempo en lo más alto según evoluciona en tenis. De momento, san pasado unos meses y sigo estando. El revés se lo tengo que agradecer a mi primer entrenador, Antonio González, y a mi hermano Baltasar. Lo aprendí a base de vérselo ahí y Antonio fue el que lo patentó. Mucha gente me decía, ¡no hace falta tirar el revés paralelo siempre! Pero a mí me salía así, natural, y me dio muchos puntos y alegrías.
- Defina en pocas palabras a Nadal, Federer y Djokovic
- Federer es la perfección, elegancia absoluta. Rafa es tesón, sacrificio, superación, caerse y volverse a levantar y nadie conseguirá lo que él en tierra batida. Novak tiene un poco de los dos, del talento de Roger y del trabajo de Rafa. Pero nadie tiene la mentalidad de Nadal, está por encima.
- ¿Por qué cree que a Djokovic no le quiere tanto la gente?
- La rivalidad entre Roger y Rafa creó muchos adeptos y él llegó para romperla. Ese puede ser uno de los motivos. Creo que Novak es un ejemplo para todos.
- ¿Qué le parece la nueva Copa Davis?
- Esto es bussiness. Había un problema con el calendario, que estaba muy apretado, y había que buscar una solución. Los más listos han sido Piqué y su compañía y se han llevado el gato al agua dándole una vuelta de tuerca. Ojalá sea un éxito. Viviremos una competición única en el tenis y poder tenerla en Madrid durante una semana es para estar orgullosos.
- La última, ¿qué me dice de su paisano Carlos Alcaraz?
- Tiene todos lo mimbres para ser el futuro del tenis. Cada uno tiene que escribir su historia y tiene que ir poco a poco. No va a ser fácil, pero me consta que está muy bien asesorado. Las comparaciones son odiosas y compararle con Nadal no sería justo. Ojalá que sea presente futuro del tenis español y mundial. Está con Ferrero y hace bien porque debe estar con los mejores. Ojalá que juntos consigan una carrera llena de éxitos y que Juan Carlos le dé ese plus necesario para triunfar.