LA CHICA DE AS
Andreescu, campeona a los 19
La canadiense ganó el US Open ante Serena Williams. Es una de las grandes promesas del futuro. "Quien sabe si llego a ser mejor que Serena", dijo.
Bianca Andreescu es en este momento la gran sensación del tenis femenino. Su triunfo en la final del US Open contra Serena Williams le ha colocado de golpe en el primer plano. Su llegada a la cima se ha producido en un año fantástico, en el que ha pasado del puesto 152 del ranking mundial con el que cerró el curso pasado, al cinco en el que aparecerá mañana cuando se publique la lista. En 2018 cayó en las previas de los cuatro Grand Slams y sólo unos meses después ha ganado su primer título con 19 años tras perder en las segundas rondas de Australia y Roland Garros y no acudir a Wimbledon por una lesión en el hombro izquierdo, lo que da aún más mérito a lo que ha conseguido. Su balance de victorias y derrotas en 2019 es 45-4.
Andreescu nació en Mississauga (Ontario). Su padres, Nicu y Maria, ambos con estudios universitarios, emigraron desde Rumanía en 1994 porque él aceptó un trabajo de ingeniero allí. En 2006 volvieron a su país con Bianca, que empezó a jugar al tenis en Pitesti, con Gabriel Hristache como entrenador. Cuatro años después regresaron a Ontario donde la niña se enroló en programa nacional de tenis y empezó a tomarse en serio su carrera.
Su madre, con un estilo peculiar que ha llamado mucho la atención en el US Open, le ayudó a centrarse a través de la meditación: “Es la persona más molona que conozco”, dice Andreescu de ella. En las gradas del estadio Arthur Ashe se le ha visto con el perro de la familia en brazos, Coco, al que adora la tenista, que creció con Kim Clijsters como ídolo y se fijó en el juego de la rumana Simona Halep, al margen de admirar también a las hermanas Williams. Desde hace un tiempo, juega con una cinta para el pelo con forma de espiral colocada en el antebrazo derecho. “Me gusta, al principio me lo ponía en la muñeca, pero cuando pegaba a la bola de revés salía disparada”, contó.
Después de vencer a Serena Williams en Nueva York, Bianca se emocionó y lloró en la rueda de prensa: “Había soñado con este momento desde hace mucho. Cuando gané la Orange Bowl, creí que podría estar en este escenario ahora. Visualicé este momento cada día desde entonces”. Ahora se ve capaz de todo, incluso de emular a Serena: “Ha sido una inspiración para mucha gente, no solo para deportistas. ¿Que si me gustaría ser cómo ella? Quién sabe, a lo mejor llego a ser incluso mejor”.