Nadal gana al ruido y a Millman
Nadal venció en su estreno al australiano Millman, verdugo de Federer el año pasado, en una Arthur Ashe tremendamente bulliciosa. Otro 'aussie', Kokkinakis, próximo rival.
En mitad de un ambiente tremendamente bullicioso en la pista Arthur Ashe del US Open, con capacidad para 23.771 espectadores (la más grande de tenis del mundo), Rafa Nadal solventó su debut con una capacidad excelente para mantener la concentración y vencer al ruido y al australiano John Millman, un martillo pilón que apeó el año pasado a Federer en octavos. El balear se impuso por 6-3, 6-2 y 6-2 en 2h:09, igualando sus mejores arranques en el torneo (6-2, 6-2 y 6-3 ante Gasquet en 2009 y 6-1, 6-4 y 6-2 contra Istomin en 2016). Un inicio de torneo notable, en el que se le vio potente, rápido y ágil, aunque con margen de mejora en el segundo servicio (56% de puntos ganados) y la precisión de algunos golpes (25 errores no forzados). Nunca había perdido en su estreno en Nueva York y esta vez no llegó la excepción (15-0). En segunda ronda le espera otro aussie de origen griego y peculiar, como Kyrgios, el invitado Thanasi Kokkinakis (23 años y 203º del mundo).
Con atuendo nocturno (camiseta negra sin mangas), Nadal tuvo que madurar a Millman tras un inicio en el que este gozó de una oportunidad de break en el primer juego. En la grada, al principio semivacía, no paraba el movimiento de gente entrando, en su mayoría, y saliendo. Para el que no lo sepa, en el US Open no se penaliza el trasiego, se permite hablar en voz alta en mitad de los puntos, se bebe y se come a destajo. El ambiente es tan ruidoso que apenas se escuchan los comentarios del juez de silla. Por uno de ellos se enfadó Nadal, avisado por demorar su saque mientras esperaba que la gente se callara, al menos un poco. No se descompuso el de Manacor, que se apuntó un quiebre para el 3-1 y saque. A partir de ahí, todo fue cuesta abajo para él, al tiempo que Millman comenzaba a agotarse en su intento plantear duros intercambios.
Fue perdiendo fuelle el bueno de John y en la tercera manga, el número dos del mundo pegó el arreón definitivo y colocó en el marcador un demoledor 4-0. Sólo le quedaba contemporizar para cerrar su victoria ante un público ya distraído y aún más charlatán, que esperaba el último partido de la jornada, con la actuación de su compatriota Sloane Stephens, campeona en 2017. Así es el US Open y Nadal sabe domarlo y difrutarlo. Su camino se ha aclarado con las derrotas por su lado del cuadro de Thiem, Tsitsipas, Khachanov, Bautista y Auger-Aliassime, cinco cabezas de serie, y podría encontrarse con su colega Verdasco en tercera ronda si ambos avanzan.